El nombre deIván Redondono pasa desapercibido para nadie. La sombra del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha convertido en uno de los grandes protagonistas desde que llegaron al Gobierno.

El periodista Graciano Palomo acaba de publicar su libro ‘Iván Redondo. El manipulador de emociones’, en el que cuenta toda la trayectoria de Redondo y las estrategias que lleva a cabo para conseguir el poder y nos lo explica en‘Herrera en COPE’.

Dice Graciano que “Iván Redondo es el primer ministro de España y Sánchez se siente el jefe del Estado” y así lo describe en su obra como la persona que “sin modificar una coma de la Constitución, ha cambiado radicalmente el poder gubernamental en España”.

Añade Graciano que “ha situado a su jefe, a su cliente más bien, como en una especie de jefe de Estado bis. Y él como un primer ministro de facto con un poder muy superior a cualquier ministro y con un gobierno paralelo de forma clara”.

Desmonta Paloma la verdadera estrategia de Redondo “parece que inventa todos los días, no. Tiene la práctica esta de copiar a los norteamericanos e incluso a los mexicanos y hacer lo que es el diseño del poder en la Casa Blanca”.

Señala Graciano una de las claves que llevó a Sánchez a la presidencia “lo sustancial que yo pregunto es si un señor que convence a su jefe para que presente la moción de censura, que no estaba convencido, y que se ofrece a negociar con el decapitador de Rajoy que es el PNV y lo consigue ¿por qué se sustancia con una caso de corrupción? Que exisitó, pero sobre una sentencia fake de cinco líneas. ¿En que se sustancia ese caso de corrupción? Resulta que tengo un papel oficial, que el que encabeza los cobros de Bárcenas en 2009 es Iván Redondo: 207.000.098 euros”.

“Todo esto me permite la conclusión, que es opinión, todo el poder gubernamental de Sánchez recae sobre las espaldas de Iván Redondo”.

Recuerda Palomo que Redondo sigue el mismo método que llevó con Monago cuando era del PP “es una copia total en lo que es su enlace directo con su jefe y en liquidar a todo lo que le rodea”.

Asegura Graciano que para Redondo su objetivo era Madrid y ha sido su gran fracaso, por eso ha llevado a cabo una investigación muy a fondo sobre ello descubriendo que “dirigió una campaña contra Ayuso, costeando a unos colegas, incluso antes de la convocatoria de elecciones. Tan obscena era esa campaña, que dos de esos colegas sintieron vergüenza y se lo contaron a la propia presidenta de la Comunidad de Madrid”.

“Redondo entra en éxtasis con Illa y tras la derrota estrepitosa en Madrid empieza a caer”, dice Palomo que está convencido de que si “cayera Redondo, Sánchez tendría las horas contadas”.