¿Cuántas veces has oído eso de "me duelen los huesos, creo que va a cambiar el tiempo"? La pregunta viene porque este fin de semana viene un aumento de las temperaturas totalmente atípico. En el levante esperan que se superen los 30 grados. Y eso que venimos de un par semanas heladas generalizadas en dicha zona.

Estos cambios son muy notorios para personas como Felisa, una jubilada de 74 años que vive en Zamora, quien cuenta en 'Herrera en COPE'que "cuando va a llover estoy fatal de las rodillas. Pero cuando hace frío me duele la espalda y el cuello. Me pasa desde siempre". Dichos dolores musculares, relacionados con los cambios meteorológicos suelen asociarse a personas de cierta edad. Pero, en el caso de Felisa, le pasaba desde niña.

Los síntomas que más notan los españoles cuando va a producirse un cambio de meteorológico son, generalmente, dolor de cabeza (cuando está nublado), dolor en las articulaciones cuando hay humedad o hay astenia primaveral (pasar del frío al calor). Además, hay un alto porcentaje de la población que es meteosensible.

¿Qué es la meteosensibilidad?

La meteoróloga Mar Gómez, explican en 'Herrera en COPE' que la meteosensibilidad es "la sensibilidad que tienen determinadas personas a experimentar síntomas físicos y mentales cuando hay cambios en las variables meteorológicas, como puede ser la temperatura, la humedad, el viento, la presión. Más o menos entre el 30 y el 60 por ciento de la población".

Aunque los dolores físicos son los más habituales, el cambio del tiempo también está relacionado con alteraciones psicológicas, sobre todo, el calor. "Tiene un impacto en nuestra salud mental. Podemos estar más apáticos, más enfadados e incluso hay una correlación de bastantes estudios, que muestran que puede incrementarse las ideas suicidas o la agresividad y la delincuencia. No nos vamos a poner a delinquir todos, pero las personas que tengan esa predisposición o que sean más vulnerables a las temperaturas extremas, sí que pueden empeorar en su salud mental", añade la meteoróloga.

La razón por la cual Mar se dio cuenta de esto fue porque se encontraba más irritable de lo normal y con dolores de cabeza cuando hacía mucho aire, por lo que decidió investigar. Y, buscando información descubrió que hay ciertos tipos de vientos que provocan irritabilidad y, que en su caso le provocaban además, dolor de cabeza.

Se estima que al menos el 12 por ciento de la población española padece migrañas, que son cefaleas que afectan sobre todo a las mujeres y que están directamente relacionadas con el tiempo. María José es de Madrid y dice que "Los cambios de tiempo me afectan muchísimo. Me da un dolor de cabeza y detrás del cuello tremendo. Cuando empiezo así sé que va a cambiar el tiempo".

La razón de estos dolores de cabeza reside en los cambios de presión. El neurólogo de la Clínica de la Universidad de Navarra en Pamplona, Pablo Irimia, explica que "los cambios de tiempo son uno de los desencadenantes más habituales y, de hecho, los pacientes perciben fundamentalmente los cambios en la presión atmosférica, y son capaces de predecir cuando se va a producir este cambio de tiempo por el inicio del dolor de cabeza". "Suelen tener un desarrollo de las crisis justo con los cambios de estación. Parece que esto está relacionado fundamentalmente con los cambios producidos en la luminosidad que ocurren con los cambios de estación. En esas épocas es cuando se manifiesta con más frecuencia las crisis de dolor de cabeza", agrega.

Huesos y articulaciones

El jefe del servicio de reumatología del Hospital Universitario de Ciudad Real, Marcos Paulino, explica en 'Herrera en COPE' que "hay muchos pacientes reumáticos que me comentan que días antes de que se produzca un cambio brusco de tiempo empiezan a notar más dolores o molestias en las rodillas o al nivel de un hombro". Para esto, sin embargo, hay que realizar estudios científicos que demuestren la evidencian y relación de este dolor con el cambio del tiempo. "Donde hay más evidencia es en los pacientes con artrosis, esa enfermedad que se produce con el envejecimiento y por el desgaste de las articulaciones y que en nuestro país afecta a 7 millones de personas", añade.

Lo curioso es que en un estudio realizado a nivel europeo, en donde se preguntó a varias personas con artrosis sobre este tema, los que más se quejaban del dolor con el cambio de tiempo eran los españoles. "Parece ser que una razón podría estar en que con el frío el líquido sinovial, que es como el lubricante que generan las articulaciones para que no friccionen los huesos, se hace más denso, lubrican menos y hace que las articulaciones rocen en mayor medida", especifica Paulino.