Carmen Enríquez, que acaba de publicar el libro “Sofía. Nuestra reina” y es una de las voces más autorizadas del país en información sobre la Casa del Rey, ha dicho este viernes en el que doña Sofía cumple 80 años que “siempre ha tenido como prioridad en su vida el ser útil a los demás”, razón por la que cuenta con el apoyo del “86,7 % de los españoles” con independencia de su ideología.

La periodista ha explicado que la reina emérita no ha tenido una vida fácil ni durante su infancia ni durante su juventud. Además, cuando se casó con don Juan Carlos y vino a España tuvo que aceptar que la familia Franco los mirasen con “malos ojos” porque estaban llamados a sucederlos. “Ella es una persona que ha sabido afrontar los periodos de felicidad” y los de amargura, especialmente los momentos tan complicados que ha vivido en los últimos 10 años, ha señalado Enríquez.

Sobre el rey emérito, Enríquez ha asegurado que la relación entre ellos se “ha normalizado desde hace un año y medio”. Una vez que ha pasado la tormenta, “Juan Carlos ha debido reflexionar”, ha señalado. En este sentido, la periodista ha asegurado que “doña Sofía “sigue enamorada y por eso sufre tanto”. “Ella sigue queriéndolo. No ha habido otro hombre en su vida”, ha sentenciado.

En lo que respecta a la relación entre las dos reinas, Enríquez ha dicho que “no tienen nada que ver” en cuanto a factores como el origen social, el nivel cultural o el generacional. “Letizia es una persona inteligente” que cuando llegó a la Zarzuela “primero se dedicó a aprender y a absorber como una esponja, pero después ha planteado lo que había que hacer para mejorar la imagen” de la monarquía y eso “no se aceptó demasiado bien”. Pese a ello, ha dicho que doña Letizia está haciendo correctamente su papel de reina consorte.

Sobre Jaime de Marichalar, la periodista ha asegurado que doña Sofía pensaba que él no era “la persona adecuada para la infanta Elena” ya que les inquietaban cosas diferentes. Él estaba interesado en hacer relaciones sociales y ella más implicada en la crianza de sus hijos. Aún así, ha concluido que las relaciones entre ellos, según los términos del acuerdo de divorcio, son cordiales.