Los minutos previos al despegue de una nave espacial son los más importantes de una misión.

Es más, es que asegurarse de que todo está correcto, es cuestión de vida o muerte. Literalmente. Y no son pocas las cosas que hay que hacer: hay que ensamblar el traje de los astronautas, ver que pueden respirar dentro. Después hay que llevarles hasta la cápsula. Una vez allí, se enganchan los trajes a los asientos y se empieza a revisar el material.

Hay tantas cosas que pueden fallar en una nave así. Imagínese. Lo último es comprobar, por enésima vez, que no hay ninguna fuga en la nave y que todas las entradas quedan perfectamente selladas. Un solo error puede suponer el peor de los finales, por lo que los nervios no se templan hasta el momento en el que salen proyectados hacia la atmósfera.

Miguel López-Alegría es astronauta y ha viajado al espacio cinco veces. Ahora está a punto de hacerlo por sexta vez. Lo más curioso de todo es que Miguel estuvo más nervioso en su último despegue que en el primero. Y ha explicado en 'Herrera en COPE' por qué le ocurría esto.

"La primera vez, los nervios son más bien por hacer algún error. La verdad es que es tan emocionante que lo del riesgo lo llevas asumido mucho antes", arranca su intervención en su charla con Alberto Herrera.

Su primera misión fue a bordo del transbordador Columbia en el 95. Y en abril del año pasado, López-Alegría comandó su última misión. La quinta comercial de la firma 'Action'. Pasaron 17 días en la estación especial. El astronauta destaca que "estas misiones no son turísticas. Está dedicada a la investigación científica y a contactar con niños y público desde el espacio para intentar compartir la experiencia".

Así, incide en que "el turismo espacial tiene su lugar. Lo que pasa es que nuestra empresa y yo creo que todos los que son orbitales requieren mucho más entrenamiento. Es más o menos como un avión. Tienes que saber qué hacer. Y además todo lo que es la investigación".

Su familia emigró a Estados Unidos cuando era un niño. No recuerda aquello porque asegura que apenas tenía un año y medio. "Puedo decir que mis padres cumplieron ese sueño. Mi padre fue de España sin hablar una palabra de inglés y sin tener una profesión", explica a Alberto Herrera en 'Herrera en COPE'.

"Tu futuro se decide en 60 minutos"

El 20 de julio de 1969, a la 13:17 de la tarde, el hombre pisó la luna por primera vez. "Tengo muchos recuerdos de ese día. Estuvimos en la playa con los amigos. Nos dijeron que saliésemos del agua porque algo sucedió. Estábamos escuchando la radio. Cuando pasó con éxito, los adultos que no se conocían se empezaron a abrazar. Tenía 11 años", indica López-Alegría.

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Para ser astronauta, hay que pasar pruebas de todo tipo. La última fase del proceso, explica el entrevistado, "es difícil. Hay que superar muchos filtros para que estén convencidos de que tienen la experiencia requerida. Te llaman a Houston, en el caso de la NASA, te hacen pruebas médicas, pero hay una entrevista de una hora y te preguntan sobre tu vida y no es tan importante lo que dices, sino cómo lo dices. Hay que tener una relación un poco más personal y, en esos sesenta minutos, tu futuro se decide". Escucha en el audio destacado de esta noticia la entrevista completa en la que López-Alegría da algunos detalles sobre su profesión.