Señoras, señores, Me alegro. Buenos días.

Bueno, es viernes 8 de septiembre del 2023. Hay algunas cosas que cambian del día de hoy a ayer, pero pocas, porque realmente el argumento sigue siendo prácticamente el mismo. La España política, la España informativa, sigue centrada en las acciones que el Gobierno en funciones, particularmente el candidato a la investidura, si la investidura de Núñez Feijóo no sale adelante, las gestiones que está realizando para garantizarse el voto de los que necesita para salir elegido presidente.

Y como saben ustedes, una de esas condiciones es: para sentarse a negociar, aprobar una ley de amnistía que, desde luego, en los capítulos procesales parece un tanto difícil sacarla adelante, pero no imposible cuando Sánchez necesita algo. Y eso acapara todo el interés. Ayer en la apertura del año judicial, no se escuchó en los discursos oficiales la palabra amnistía. Estuvo en todas las conversaciones, en los corrillos, pero nadie echó la pata pa'lante.

El presidente del Supremo Marín habló de riesgo de descrédito de las instituciones. Rechazó ataques a los jueces. Bueno, tiene razón. Sólo él recordaba ayer los ataques intolerables que recibió los jueces españoles por un grupo de políticas incompetente, de sectarias, soberbias taradas que parieron una ley que benefició a cientos de violadores y que no han pedido disculpas, ni rectificado, ni nada parecido.

Pero aquellos insultos de Irene Montero y la banda de la tarta, que son casi una anécdota si se comparan con la gravedad de la operación que está cociendo ahora la amnistía general para todos los delitos relacionados con el independentismo catalán: malversación, desobediencia, desórdenes públicos... Ser delincuente en España será gratis siempre que se viole la ley por la causa de la independencia de Cataluña.

Eso será así. ¿Qué es lo que quieren sacar adelante? ¿Qué es lo que quiere sacar adelante este individuo? Hoy lo que resuena es ese gran debate nacional que abrió Puigdemont. Esta semana con las declaraciones a este programa de quien fue todopoderoso vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra. Estuvo aquí ayer, estuvo particularmente bien.

Cuando entró, me dice: "¿Me preguntarás algo sobre la situación política española?". Digo, hombre. ¿Tú qué crees? Lo que pasa es que voy a basarme en afirmaciones que haces tú en este libro y efectivamente, a través de ello, la verdad es que Alfonso Guerra lo dejó ayer todo muy claro. No escondió nada. La amnistía para los golpistas catalanes sería para él algo insoportable.

Eso lo dice Guerra, Felipe González o lo dice en Diario de Sevilla. Pepe Rodríguez de la Borbolla y hoy Ignacio Varela, fíjense ustedes, escribe una columna, dice que estamos ante la melancolía de todos quienes votaron a Sánchez deseando que perdiera y hoy están asustados. Es decir, es una reflexión que sería conveniente hacer hoy, porque de alguna manera es yo sigo siendo del PSOE, voto al PSOE y libradme vosotros del problema.

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