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Señores, señores, me alegro, buenos días. Son las 8 de la mañana de este día 20. Es martes, se esperan lluvias, felizmente. Chubascos que a lo mejor se extienden a casi toda la península y ya veremos mañana, quizá sean más abundantes.

A usted le interesa saber, por ejemplo, que el consejo de ministros aprueba hoy la rebaja del IVA del gas para que entre en vigor el uno de octubre. Veremos hasta cuándo, en principio, hasta final de año. Se rebaja del 21 al 5 % para aliviar las facturas del gas, tal y como ya se hizo con la factura eléctrica. Es verdad que se hace mucho más tarde, arrastrando los pies, porque lo que quiere el gobierno es tratar de cobrarle a los españoles todo lo posible.

Hasta el verano, los ingresos fiscales caídos del cielo han sido 22 mil millones, a final de año, podrían llegar a 32 mil millones. Cualquiera renuncia a eso, ¿verdad?

Ayer, probablemente vivimos el primer brote de erisipela en décadas. Lo padecieron unos pocos, los Sánchez, los Echeniques, los Monteros, al ver la foto juntos de cuatro reyes y reinas de España en el funeral de Isabel II, que es una fotografía, por otra parte, que no tiene más historia. Los han colocado juntos, venían juntos, adiós muy buenas.

El funeral ha durado más que una boda gitana. Ha dejado una imagen espectacular del Reino Unido en el mundo. De los ingleses podrán decirse muchas cosas, pero es envidiable cómo se quieren a sí mismos, qué orgullosos están de sus símbolos, cómo cuidan sus tradiciones, que es lo que les queda, a lo mejor.

Luego es un país, Reino Unido, admirable en muchas cosas, pero tiene que ver con aquel imperio que fue y les queda esa simbología que se la trabajan muy bien. Y además, entierran muy bien los británicos. Y entre esas cosas está invitar al resto de reyes cuando despiden a uno de ellos. Algo tan normal ha disparado la erisipela, ha llenado de erupciones cutáneas a todos los tontos de turno.

Hacen lo imposible para que una foto tan obvia como la de ver juntos a los reyes actuales y a los predecesores no se produzca nunca. Lo estrambótico es que haya tenido que morir Isabel II, y hayan tenido que invitar en el Reino Unido a Juan Carlos para que se resuelva un asunto pendiente. Vamos a darle a esto más normalidad, aprendamos un poco del respeto, del protocolo, las normas del Reino Unido para normalizar aquí lo que ya es normal para todos, menos para unos pocos, que son los que consideran muy ofensiva una foto de los reyes juntos.

Pero no una de Sánchez con Otegi o del todo el PSOE o de alguna magistrada pidiendo el indulto para Griñán. Les molesta más que acuda Juan Carlos al funeral de su prima, que los socios de Sánchez vayan a homenajes funeral de asesinos de ETA, como el último. Es lo que hay.

La otra lección del día no viene de Londres, viene de Andalucía. Juanma Moreno, presidente andaluz ha anunciado la supresión del impuesto de patrimonio, como antes el de sucesiones, en algunos casos, no en todos, para aplicar un régimen fiscal parecido al de Madrid. Para atraer, dice, hasta 7.000 grandes fortunas que se marcharon de Andalucía para esquivar la confiscación fiscal tan habitual del PSOE.