Miren, si quieren paramos en los Presupuestos; si quieren paramos en el Parlamento de Andalucía; si quieren ustedes nos dedicamos a ver las propuestas de unos y de otros, cómo se llevan Aznar y Rajoy; si los británicos van a echar los pies por delante y se cargan el Brexit, no se lo cargan, o este Brexit y esta forma de Brexit. Pero realmente la noticia, fíjense, siendo todas estas trascendentales, la noticia está en un pozo de 110 metros de profundidad y de apenas una cuarta. Extienda usted la mano, la palma, eso es una cuarta.

Pues quizá lo menos de eso es lo que mide un agujero por el que teóricamente ha caído un niño. Un niño de 2 años. ¿Cabe un niño de 2 años en un agujero con un diámetro de aproximadamente su mano extendida si su mano es grande? Sí o no. Bueno, sé cómo, pero hasta el fondo de ese pozo ha llegado el cuerpo de Julen al parecer. Y las últimas horas son horas contrarreloj, angustiosas, en las que la Guardia Civil, todo el que tiene dispositivos, está intentando acceder a ese pozo. Es muy difícil. Cabe una cámara tal vez. No puede pasar, hay desprendimientos de tierra en medio del pozo.

¿Cómo los ha pasado el niño esos desprendimientos de arena y tierra? ¿Cómo se puede llegar hasta ahí? ¿Se puede agrandar el pozo? No, precipitarías tierra al fondo si está el niño allí. ¿Puedes acercarte desde una ladera horadando de forma horizontal hasta llegar al fondo? Sí, es una de las posibilidades. ¿Puedes hacer un pozo vertical al lado y desde ahí bajar? Se hacen en 2 horas. Es que, además, es difícil que lleguen los camiones y la maquinaria hasta la loma donde se hizo ese pozo porque no hay caminos y los caminos que hay... En fin, son difícilmente practicables, con lo cual hay que asentarlos primero para que pasen esa maquinaria y, mientras todo eso pasa, la angustia la vive una familia que puede perfectamente decir que la vida le ha dado la espalda en dos ocasiones porque ya perdió otro hijo en mayo del 2017 de 3 años cuando murió de muerte súbita en plena calle.