El profesor José María Gay de Liébana analiza en 'Herrera en COPE' las claves económicas del día.

Ha costado lo suyo. España ha logrado clasificarse para los octavos de final de la Eurocopa ante Croacia y jugará en Copenhague ante la subcampeona del mundo. Tiempos duros éstos, también para el fútbol. Nuestra Liga habrá facturado, entre primera y segunda división, 3.545 millones de euros esta temporada frente a los más de 5.000 de la 19/20. Y si entonces el resultado neto del conjunto de nuestros clubes fue positivo por 77 millones, ahora las pérdidas superarán los 700 millones. Sin duda, el mayor impacto de la pandemia lo han soportado los grandes clubes, por sus enormes estadios vacíos. La explotación de los santuarios futbolísticos se ha convertido en los últimos años en una línea de negocio muy positiva, al punto que lo que se ha dejado de ingresar esta temporada, que acaba el próximo 30 de junio, no está lejos de los 300 millones. Y los ingresos comerciales también han sufrido un reajuste a la baja.

El golpe económico de nuestro fútbol tendrá que absorberse en varias temporadas. Uno de los extremos clave de la gestión económica de los clubes de fútbol está en el famoso límite salarial, que incluye además de los gastos de personal las amortizaciones de los derechos de futbolistas. En algunos casos, ese coste del factor trabajo de los clubes supera el 100% de los ingresos ordinarios en 2020-21. Los recortes son ineludibles, como también frenar las exorbitantes inversiones en futbolistas. Y veremos, cuando los clubes cierren sus cuentas de esta temporada, cómo queda el endeudamiento de nuestros clubes. En fin, el fútbol es terrenal y la crisis derivada de la pandemia afecta a todo hijo de vecino… ¡Abrazos virtuales, entusiasmo a raudales y que España gane!

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