Arturo: "Me crie en un corralón y vivíamos encima de casa de mi abuelo. Cuando mi padre me iba a cascar, yo subía y le llamaba. Él subía corriendo y el que salía cascao' era mi padre"

En 'Herrera en COPE' escuchamos cada día las historias de nuestros oyentes. En esta ocasión les preguntamos por su primer recuerdo y hemos escuchado relatos de todo tipo

Patricia Blázquez Serna

Publicado el - Actualizado

3 min lectura

Cada día, los fósforos de 'Herrera en COPE' tienen su pequeño espacio para compartir con los miembros del equipo del programa sus experiencias, sus historias o sus anécdotas. Hace unos días quisimos preguntarles por su primer recuerdo, en el que muchos de ellos abrieron la memoria y compartieron ese recuerdo que, por algún motivo, se quedó con ellos para siempre.  

Escuchamos historias tiernas, divertidas y otras que, lamentablemente, dejaron una herida en ellos para siempre. María, por ejemplo, tiene como primer recuerdo "un puzzle de Heidi de cubos" que le regaló su padre cuando tenía dos años, sentada en la mesa de "la cocina de mi casa, que era como un casería". Con esa edad, falleció su padre y admitió que recuerda "la ropa que llevaba".

Javier contó la primera vez que se mareó, y no fue en el coche. Fue cuando "el volante empezó a dar vueltas" en un coche de choque en el que insistió en subir solo con tres años en un parque de atracciones. 

ARTURO Y EL RECUERDO CON SU PADRE Y SU ABUELO

Uno de los recuerdos más enternecedores que escuchamos fue el de Arturo, que volvió muchos años atrás. Arturo admitió que es "bastante mayor" y contó con mucha naturalidad este pequeño recuerdo que vivió cuando era niño. "Yo me crie en Granada, en un corralón de los antiguos, que hoy en día es monumento". Allí vivían encima de la casa de su abuelo, a quien él "veneraba" y al que llamaba "papá pintor". 

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Imagen de recurso de una antigua corrala convertida en hotel, en Granada

Cuando veía venir la bronca y su padre "me iba a cascar", Arturo recuerda correr al pequeño cuarto de baño que tenía "una rendija". Desde allí, gritaba a su abuelo: "¡Papá pintor, papá pintor!". 

Su abuelo subía a toda prisa… y lo que ocurría después forma ya parte de su memoria. Una imagen que lleva consigo desde entonces. "Él subía corriendo y el que salía cascao' era mi padre".

OTRAS HISTORIAS DE NUESTROS FÓSFOROS

No fueron las únicas historias que pudimos escuchar. Pilar nos habló del día que, con apenas tres años, atravesó con el brazo un cierre antiguo de cristal y hierro: "¿Por qué me cosen con un hilo rojo?", se preguntaba mientras le trataban de detener la hemorragia. Con el paso de los años, Pilar fue consciente de que no era un hilo, sino sangre. "Me pegaron cinco puntos en el brazo y aún hoy tengo la cicatriz, que todo el mundo se cree que es de una vacuna", dijo. 

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Imagen de recurso de una puerta antigua en Galicia

Cristina habló del día que "me olvidaron en la guardería". Uno de los empleados de su padre le llevó ese día, era festivo, pero nadie se dio cuenta. "Yo recuerdo ir desde la guardería hasta mi casa, se darían cuenta y me recogieron a mitad de camino", relató esta oyente.

Javier recuerda todavía el día que nació su hermano pequeño. De hecho, aún puede describir la habitación cuando entró al hospital, mientras que Juan José recordó el día que su piso se incendió cuando él tenía "5 o 6 años" a causa de un brasero de picón de los de entonces. "Estamos vivimos porque mi tía llegó del trabajo y nos sacó porque vio humo salir de la ventana; nos sacó a los tres. Se quemó todo", contó Juan José. 

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