El arrojo del líder opositor ruso Alexander Navalni parece no tener límites.

En agosto intentaron envenenarle en un aeropuerto de Siberia. Salvó su vida de milagro y se recupera en Alemania.

Vive con una fuerte escolta policial, facilitada por el Gobierno de Angela Merkel. Sabe que el Gobierno de Putin lo puede volver a intentar y está seguro de que esta vez no fallarán.

Su "venganza" ha sido grabar "a escondidas" a los hombres que intentaron matarle.

Navalni se ha hecho pasar por un asesor del Consejo de Seguridad Nacional ruso y ha contactado con un agente del Servicio de Seguridad Federal, el antiguo KGB, que formaba parte del operativo para asesinarle

El agente muerde el anzuelo y en una conversación telefónica que Navalni ha subido a las redes sociales, le detalla el operativo.

Cuenta, entre otras cosas, como él y otros agentes entraron en la habitación del hotel de Siberia donde se alojaba Navalni.

Rociaron su ropa interior con Novichok, un potente veneno utilizado en la época soviética.

Y reconoce que si no llega a ser por el aterrizaje de emergencia del avión el que viajaba Navalni, no hubiese salvado su vida.

Es la 'Historia del día' en 'Herrera en COPE'.