Judit recibe el alta tras un mes ingresada en el Hospital de Bellvitge y la sorpresa que le preparan las enfermeras emociona al resto de pacientes: "Todavía quedan profesionales de verdad"

Este martes, coincidiendo con el inicio de una huelga de médicos de cuatro días, Jorge Bustos ha dado paso a María José Navarro para contar la 'Historia del Día'. La historia nos traslada al Hospital de Bellvitge, en L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona), donde una paciente llamada Judith ha vivido un momento inolvidable.

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Tras pasar un mes entero ingresada en el centro médico para recuperarse, el pasado viernes por fin recibió el alta. Un mes es mucho tiempo fuera de casa, y más si se está en una cama de hospital, pero sus compañeras de la unidad 4.3 quisieron que su despedida fuera especial.

Una sorpresa en forma de concierto

Las enfermeras le organizaron una emotiva sorpresa. El coro Gospel Prat, grupo en el que canta la propia Judith, se presentó en el vestíbulo que da a la habitación donde había pasado el último mes para celebrar su regreso a casa con un concierto.

La emoción se apoderó de Judith, todavía convaleciente, y de su madre, que no pudo evitar recurrir al pañuelo. Otros pacientes ingresados también salieron de sus habitaciones para disfrutar del concierto improvisado, llenando el hospital de una atmósfera única.

El momento subraya cómo la música tiene un efecto sanador. Como ha reflexionado María José Navarro, "la música sana, sí, pero detrás de la música hay seres humanos que suman sus talentos, sus tonos, sus ganas, para que todo cuadre y suene y emocione".

Una iniciativa que también pone en valor la humanidad de los profesionales de la salud. Son unos sanitarios que, en palabras de Navarro, "saben que las medicinas, a veces, no hay que buscarlas en una farmacia".

OTRAS HISTORIAS QUE ENTERNECEN

María José Navarro trae cada día una historia que es suficiente para sacarnos una sonrisa. Hace unos días contó la de Cliver Huamán, más conocido como Paul Deportes en TikTok. Se trata de un joven peruano de 15 años cuyo sueño no es otro que ser "el Manolo Lama de Perú", tal y como contó María José Navarro. 

Su determinación le llevó el sábado pasado a emprender un viaje de 18 horas desde su pueblo hasta el estadio Monumental de Lima para narrar la final de la Copa Libertadores entre Palmeiras y Flamengo, pero no le permitieron la entrada por ser menor de edad. Lejos de rendirse,  Cliver Huamán improvisó una solución admirable: se subió a la cima del cerro Candela y, con la ayuda de su hermano mayor como productor, montó un set improvisado con "un teléfono móvil, un aro de luz y un trípode" para llevar a cabo su retransmisión.

Su pasión no tardó en dar frutos. Su historia se viralizó y llegó al mundo del fútbol peruano, que le brindó su primera gran oportunidad y fue invitado a narrar el partido entre el Sporting Cristal y el Alianza de Lima.