• Miércoles, 24 de abril 2024
  • ABC

COPE

Luis del Val: "Me entran ganas de llorar cuando imagino salir de mi casa y dejarme las fotos de mis hijos"

El drama de los habitantes de La Palma a consecuencia del volcán, en la 'Imagen' de Luis del Val en 'Herrera en COPE' de este miércoles 22 de septiembre de 2021

Audio

Tiempo de lectura: 2'Actualizado 10:08

En la pubertad, vísperas de la adolescencia, conocí la tierra de la mano de mi tío Bernabé y mi tío Manolo. Adormilado, asistía al desayuno de sopas de ajo y torreznos, y me concedían el privilegio de subirme encima de la burra o de la mula, camino de la huerta del azud, o del secano verdeado por las vides. He visto el mimo de plantar y la determinación de arrancar las malas hierbas; las carantoñas al entramado de cañas que servirían de ayuda a las judías verdes, y la solvencia con la que se arrancaban los tubérculos de las zanahorias; la fuerza con la que hay que manejar la mancera, y la dulzura con la que hay que arrancar las cerezas.

Me entran ganas de llorar cuando contemplo avanzar la colada de la lava y sepultar el trabajo de muchas generaciones que pusieron su ilusión en la tierra y su confianza en el cielo. Me entran ganas de llorar cuando imagino lo que sería salir de mi casa y dejarme el álbum de fotos de mis hijos, y esa pulsera que mi madre le regaló a su nuera, y esos libros de amigos que tuvieron la paciencia de escribirme una generosa dedicatoria. ¡Cuánta vida, cuánto esfuerzo, cuánta ilusión sepultada por las brasas!

Y, sin embargo, todo era así hace un instante, o sea unos millones de años, que es el segundero del universo. No sólo Canarias, sino la península, y el continente que la alberga, y toda la superficie del planeta, convertida en fuego que se fue apagando y, luego, los segundos, o sea miles de años para que el viento, el calor y el frío fueran convirtiendo la roca en partículas y, de entre esas partículas, nacieran las raíces de una planta.

Recuerdo a mis tíos con los ojos humedecidos, al ver que el granizo de septiembre destrozaba las uvas; hombres rudos y fuertes, que se volvían mantequilla sentimental, cuando comprobaban que la fruta se quedaba como si la hubieran ametrallado. Y me acordé de ellos, ayer, cuando veía cómo la lava engullía un platanar, un platanar que nació precisamente encima de otra lava, como si la ficha de la partida geológica volviera a la casilla de salida, vuelta a empezar, pero es una partida tan larga que no conoceremos. Y los recordé con los ojos humedecidos, y a mí me entraron ganas de llorar, porque quizás no los entendí cuando me subían a la mula y me llevaban, sin ellos saberlo, a conocer y amar la tierra.




Radio en directo COPE
  • item no encontrado

En directo 2