Luis del Val pone el foco de la imagen del día de "Herrera en COPE" en lo mal que hablan de la Justicia y los jueces Sánchez, su Gobierno y el PSOE para defender sus indultos:

""Oyendo hablar a un hombre fácil es

acertar donde vio la luz del sol:

si habla bien de Inglaterra, será inglés;

si habla mal del alemán, es un francés, y,

si habla mal de España, es español".

[ESCUCHA AQUÍ LA IMAGEND EL DÍA DE LUIS DEL VAL EN "HERRERA EN COPE"]

Comienzo con estos versos del catalán y, por tanto español, Joaquín Bartrina, porque desde el siglo XIX en que los escribió, hemos dado un paso de gigante en cainismo, y ya, gracias a los diputados del PSOE en la Unión Europea, quien habla mal de España es el Gobierno de España a través de sus diputados en el parlamento europeo, a los que ha dado instrucciones para que difundan que nuestra Justicia es injusta, nuestros jueces unos abusones, y, por eso, es necesario el indulto a los autores del penúltimo intento de golpe de Estado.

Pedro Sánchez se está convirtiendo en el Fernando VII del Constitucionalismo del 78, en el felón que intenta demoler las garantías de libertad e igualdad que acordamos darnos los españoles hace más de cuarenta años, con unos indultos que nos presentan ante Europa como un país con carencias democráticas. Al menos, los españoles que hablamos mal de España lo hacemos porque nos gustaría que España fuera mucho mejor, y nos rebelamos, si quien habla mal de España es un extranjero, pero Pedro Sánchez ha ido mucho más allá y, con tal lograr sus objetivos, justifica que el Ejecutivo pisotee al Tribunal Supremo para contentar a quienes le sostienen en el Gobierno, utiliza a los diputados de su partido, y a un letón, para denostar nuestra democracia. Pero los futuros indultados le escupen, y nos insultan a todos los españoles, diciendo que eso demuestra lo débil que es el Estado. Y ahí se equivocan. Lo que es débil es el Gobierno de Pedro Sánchez, y por eso se arrodilla, y se humilla hasta el ridículo, pero el Estado no es sólo el Gobierno. El anterior golpe de Estado, el de Tejero, se inició porque se pensaba que el Gobierno estaba débil. Y era verdad. Perosalió Juan Carlos I, y mandó parar.Y fue el mejor servicio que nadie hizo a España en la segunda mitad del siglo pasado. A los nacionalistas les ha sido fácil sojuzgar a los españoles que viven en Cataluña, pero no crean en la resignación total. Las paciencias tiene fronteras. Y, cuando se traspasan, siempre hay alguien que manda parar".

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