El monólogo de las 6H

"Es hermoso soñar con un giro copernicano en la relación entre nuestros dos partidos de Estado, pero eso no va a suceder con Sánchez en la Moncloa"

Jorge Bustos repasa los principales titulares en su monólogo de las 6H que marcarán la actualidad de este martes 19 de agosto de 2025

- 8 MIN

Ya son las 6, las 5 en Canarias.

Buenos días. Bienvenido al amanecer de este martes 19 de agosto. Llega cierta tregua climática a España. Por fin bajan las temperaturas después de más de dos semanas de ola de calor, pero todavía no se libran ni en Andalucía ni en el sureste peninsular, porque allí la temperatura llegará a bajar 7 grados, pero seguirá haciendo calor. Habrá chubascos e incluso tormentas en el Pirineo Aragonés y en algunas zonas de Cataluña.

Nicolás Copérnico, Nicolás Copérnico, astrónomo polaco del Renacimiento, fue el primero en plantear que la Tierra giraba alrededor del Sol y no al revés. Bueno, en realidad la idea se le había ocurrido 18 siglos antes a Aristarco de Samos, porque ya sabes que en la historia de la humanidad siempre hay un griego que descubrió cualquier cosa antes. Pero fue Copérnico quien formuló con mayor detalle y con bastante audacia la teoría heliocéntrica. Por eso hablamos de giro copernicano cada vez que un genio desafía las certezas de su época y provoca una revolución científica. Y por eso se llama Copérnicus, el sistema de vigilancia satelital que está monitorizando las hectáreas calcinadas por los incendios que están asolando nuestro país. Suman más de 350,000 hectáreas, o sea, imagina 350,000 estadios de fútbol puestos uno al lado del otro, pero imagínalos de color negro en vez de color verde. Imagina campos de carbón, no de césped, 350,000. No hay nada tan devastador como el fuego. Es la imagen misma del infierno. Nada impresiona tanto, nada captura tan profundamente la imaginación humana. Ese miedo atávico explica la desesperación, las lágrimas de tantos españoles de León, de Ourense, de Extremadura, de Zamora, que han visto sus casas arder o que han sido desalojados y ahora temen que el fuego termine alcanzando las habitaciones donde dormían hace solo 15 días.

España entera gira hoy alrededor no de un sol, sino de 40 soles, 40 focos activos que no dan tregua y que ya se han cobrado cuatro vidas y han provocado la evacuación de más de 30,000 personas. Y luego está el fuego político, la guerra entre el gobierno y las comunidades, entre los ministros y los barones. Cada vez que se produce en España una catástrofe natural, aquí se aprovecha todo, como con el cerdo. Más que políticos, tenemos charcuteros. Pasó con la Dana y está pasando con los incendios. Escucha a María Jesús Montero, esa figura original en la que nunca se sabe dónde acaba la vicepresidenta y dónde empieza la jefa de la oposición a Juanma Moreno.

MARÍA JESÚS MONTERO: Estamos bastante acostumbrados a esta estrategia del Partido Popular de permanentemente echar balones fuera, no asumir su propia responsabilidad y cuando vienen mal dadas, cuando llega una situación que vivimos en Valencia o la situación que estamos viviendo en algunos territorios con motivo del fuego, se inhiben de sus propias responsabilidades e intentan culpar al gobierno de España.

JORGE BUSTOS: Ahí lo tienes. Y antes que ella hablaron los Óscares, Puente y López, que son los pirómanos verbales de guardia siempre en Moncloa. Y ojo, esto no es casual. Moncloa ha decidido pasar al ataque contra el PP, no porque crea que esa estrategia es la mejor forma de ayudar a las comunidades a apagar los incendios, sino porque temía que el fuego terminara consumiendo su propia imagen, que por otro lado hace tiempo ya que viene oliendo a chamusquina. Va calando en la opinión pública española el consenso acerca de la parálisis gestora de este gobierno sin mayoría. Y por eso la ministra de Hacienda sale ahora al ataque en plan cortafuegos para intentar que no cuaje la idea de que un país sin presupuestos está peor dotado para hacer frente a cualquier eventualidad, sea una ola incendiaria, sea una inundación o sea un plan de vivienda pública.

Puestos a imaginar, imaginemos que se produce un giro copernicano en la política española. ¿Cómo sería? ¿En qué consistiría semejante revolución? Pues sería algo así como una fórmula leal, sincera, de colaboración entre los dos grandes partidos de este país. Pero en un pacto de Estado retórico como el que se sacó de la chistera Sánchez el domingo entre chapuzón y chapuzón en La Mareta, la portavoz parlamentaria Ester Muñoz ha justificado así el rechazo del PP a esa oferta envenenada.

ESTER MUÑOZ: Los pactos de Estado no acaban con las llamas. Los pactos de Estado ahora no sirven para eh recuperar lo perdido. La gente esperaba mucho más que una huida hacia delante o una cortina de humo para intentar salvar la imagen después de haber estado desaparecido durante una semana.

JORGE BUSTOS: A ver, es lógico que el PP no pique un anzuelo tan evidente. Vamos a recordar que esa propuesta de pacto de Estado contra la emergencia climática ya fue formulada por Pedro Sánchez, cuando el incendio hace 3 años, creo que fue, y con la misma intención entonces, la misma intención inconfesable que ahora, la de esperar a que el PP rechace esa falsa mano tendida para, a continuación, salir en tromba, acusar a la derecha de negacionismo climático y tal, que es exactamente lo que está pasando ahora otra vez. Si es que este librillo ya nos lo conocemos. El manual de resistencia está más sobado que la barandilla del metro. Por eso mismo. Por eso sería hermoso soñar con un giro copernicano en la relación entre nuestros dos partidos de Estado, pero eso no va a suceder con Pedro Sánchez en la Moncloa.

Donde sí se ha producido un giro copernicano es en la relación entre Estados Unidos y Rusia. Y el Copérnico de esta historia se llama Donald Trump.

DONALD TRUMP: Acabo de hablar indirectamente con el presidente Putin y vamos a tener una llamada telefónica justo después de estas reuniones. Podemos tener una tríada. Si no tenemos una tríada, la lucha continúa, y si la tenemos, será una buena posibilidad. Creo que si tenemos la tríada hay una buena posibilidad de acabar con la guerra, pero Putin está esperando mi llamada cuando terminemos con esta reunión. Muchas gracias.

JORGE BUSTOS: Hasta la llegada de este presidente a la Casa Blanca, todos dábamos por supuesta la alianza natural entre las democracias en contra de las tiranías. Estados Unidos y Europa compartían una misma visión de la libertad y del derecho internacional. Bueno, pues gracias al giro trumpista, esa alianza atlántica ya no se puede dar por supuesta. No es solo que Washington ahora obliga a los europeos a aumentar sensiblemente su gasto militar para pagarse su propia defensa, porque eso habría ocurrido tarde o temprano con Donald Trump o con otro, porque la atención norteamericana va a bascular cada vez más hacia Asia, que es el escenario donde se dirimirá el poder mundial, esa inevitable rivalidad entre la potencia declinante que es Estados Unidos y la potencia ascendente que es China. Pero una cosa es exigir el 5% de gasto militar a las democracias europeas, y otra muy distinta es comprarle el argumentario a un autócrata cruel que ha invadido a su vecino, que planea invadir a otros para acomodar el mapa del este de Europa a su nostalgia soviética y que no tiene la menor intención de aceptar ninguna regla. Y ese es Putin. Y Putin ha seducido a Trump porque lo que seduce a un ego como el de Trump es precisamente la falta de límites.

Zelenski exige un alto el fuego para sentarse a negociar. Parece lógico, pero Putin, por boca de Trump, responde que no piensa parar las bombas. ¿Por qué? Porque para un dictador, la violencia es una baza de negociación como otra cualquiera. Y a pesar de todo, el pobre Zelenski anoche va y agacha la cabeza, acude al despacho oval, donde fue humillado en febrero, pero esta vez acude con un traje diseñado especialmente para la ocasión, que es una especie de casulla negra que está entre lo civil y lo militar, y todavía se rebaja a darle las gracias al hombre del pelo naranja por sus esfuerzos diplomáticos. ¿Servirá de algo la humildad del líder ucraniano? Pues, hombre, yo me temo que no. Es verdad que la reunión fue más cordial que la de febrero, pero yo me temo que el final de esta historia lo van a escribir a pachas Putin y Trump sin el concurso del principal interesado, que es el propio Zelenski. Hombre, como muchos, lo llevarán de convidado de piedra a esa reunión trilateral que anunció ayer el inquilino de la Casa Blanca, pero en esa reunión no será tenida en cuenta la voluntad soberana del pueblo de Ucrania, que lleva 3 años dejándose la vida en el frente. A los ucranianos se les va a presentar ahora esta disyuntiva injusta: o una guerra eterna insoportable o una amputación existencial del 20% de su territorio. Y a escoger esta segunda opción, algunos analistas lo llaman pragmatismo, realpolitik. Pues mira, yo sinceramente prefería el orden internacional previo al giro trumpista, pero no porque yo me deje llevar por la nostalgia del mundo de ayer, eh, sino porque lo que viene ya lo conocemos y es también como la ley de la selva.

Temas relacionados

Programas

Los últimos audios

Último boletín

01:00 H | 26 OCT 2025 | BOLETÍN

Boletines COPE
Tracking