José Félix Tezanos es un artista, ha conseguido convertir el sondeo del CIS en una ruleta rusa. Al romper la periodicidad se cargó la posibilidad de comparar cualquier resultado con la serie histórica. Pero además introdujo en el juguete alguna otra modernez, como cargarse la cocina. Esto producía extraños fenómenos, como que el barómetro del CIS registraba unas predicciones notablemente diferentes a todos los demás, además del desajuste que registraba el recuero de voto de los encuestados con los hechos, con el voto que habían emitido realmente. Eso, por lo visto, tampoco era para siempre: ahora ha vuelto a introducirlos para que de los resultados que anda buscando el mandante, que el PSOE gana en Andalucía y todos los demás están en un pañuelo.

Segundo asunto. El doctor Sánchez ha encargado a su ministra de Transición Ecológica una ley que prohibirá la matriculación y venta de vehículos de combustión: gasolina y gasoil, pero también los híbridos y los de gas. La ministra, Teresa Ribera, había adquirido justa fama cuando era secretaria de Estado de Zapatero y avaló el proyecto Castor, que produjo centenares de movimientos sísmicos en la costa mediterránea y costó al buen y sufrido pueblo español unos 4.000 millones de euros, entre el costa del proyecto y la indemnización a las empresas por paralización.

Era un currículum ideal para que el doctor Sánchez la ascendiera a ministra. Como le pasaba a Carmen Calvo, inenarrable ministra de Zapatero, tenía que ser su vicepresidenta. La industria del automóvil supone un 10% del PIB, la demanda de vehículos eléctricos es del 0,3% y el gobernante con menos apoyos parlamentarios de nuestra historia democrática toma decisiones a muy largo plazo, su Reich de mil años. Bueno, pues en el mismo día hemos sabido que para la cumbre hispano-lusa que se va a celebrar en Valladolid va desplazar un Airbus, su Falcon y un helicóptero. Valladolid, a una hora de Madrid por vía férrea.