Embargo hipotecario
Pilar García de la Granja, analista económica: "Un 30% más de propietarios ya no puede pagar su hipoteca y la mayoría tiene la misma edad"
Herrera en COPE explica qué factores están influyendo en España para que en tres regios del país los propietarios estén en riesgo de embargo
Madrid - Publicado el
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La economía española ha encendido una nueva señal de alarma. En su sección 'Economía de bolsillo' del programa 'Herrera en COPE', la periodista Pilar García de la Granja ha desvelado un dato preocupante: los embargos de vivienda han aumentado un 28%, marcando la cifra más alta de los últimos tres años. Este repunte, analizado junto a Jorge Bustos, no solo refleja una estadística, sino que destapa un drama silencioso que afecta a miles de familias en España.
Embargo no significa directamente desahucio, pero es una señal roja que se enciende en la microeconomía"
Herrera en COPE
Aunque, como ha explicado De la Granja, un embargo no es sinónimo de un desahucio inminente, sí representa un serio aviso sobre la salud financiera de los hogares. Para la experta, se trata de "una señal roja que se enciende en la microeconomía, otra señal más", especialmente en un país donde, tradicionalmente, "la hipoteca es lo último que prácticamente dejamos de pagar" los españoles.
¿Quiénes son los más afectados por esta nueva crisis?
El perfil de los afectados es muy concreto y responde a una herida del pasado que vuelve a sangrar. Se trata de hipotecas que se firmaron entre los años 2005 y 2008, justo en el pico de la burbuja inmobiliaria, cuando el precio de la vivienda estaba por las nubes. En aquel momento, como ha recordado Pilar García de la Granja, las entidades financieras llegaron a conceder créditos de entre el 80 y el 100% del valor de la vivienda.
Pilar García de la Granja en COPE
Las familias que firmaron entonces han podido hacer frente a sus cuotas durante casi dos décadas. Sin embargo, sus titulares, que ahora tienen entre 45 y 55 años, se encuentran en una situación crítica. Después de 16 o 20 años pagando religiosamente, están viendo cómo los ingresos que antes les permitían vivir con holgura, ahora son insuficientes para afrontar esas mismas hipotecas.
Las comunidades más castigadas
El impacto de esta crisis se concentra especialmente en tres comunidades autónomas: Andalucía, Cataluña y Valencia. Pero lo más alarmante, como ha subrayado la periodista en COPE, es a quién golpea: a la clase media. Según los datos, el 45,3% del total de las ejecuciones hipotecarias correspondían a "viviendas habituales de personas físicas", es decir, la primera residencia de miles de ciudadanos. Este hecho confirma la reflexión de Jorge Bustos sobre cómo "la clase media cada vez es menos media", un problema estructural que no cesa.
La otra cara de la moneda: el alivio del Euribor para las hipotecas variables
Sin embargo, no todas las hipotecas se enfrentan a la misma presión. En el mismo programa, 'Herrera en COPE', se presentó el caso de Sheila, una hipotecada a tipo variable que representa la otra cara de la realidad hipotecaria en España. A diferencia de quienes firmaron en la burbuja y hoy afrontan un posible embargo, los que tienen revisiones anuales recientes están experimentando un alivio significativo gracias a la bajada del Euribor.
Más sopbre vivienda
El economista Fernando Trías de Bes, también en COPE, analizó esta tendencia. El caso de Sheila es un ejemplo claro: su cuota mensual se redujo de 740 a 600 euros. Según Trías de Bes, "cada punto de Euribor se traduce en unos 55 euros de ahorro mensual por cada 100.000 euros de hipoteca". Este respiro contrasta con la situación crítica de quienes se hipotecaron hace casi dos décadas y ven cómo sus ingresos ya no son suficientes.
Esta dualidad en el mercado hipotecario pone de manifiesto dos realidades económicas distintas. Por un lado, una crisis latente para los hipotecados de la burbuja inmobiliaria, que ahora golpea a la clase media. Por otro, un alivio para aquellos con hipotecas variables más recientes, que se benefician de la estabilización del Euribor en torno al 2%, como explicó Trías de Bes. Mientras unos luchan por no perder su vivienda, otros, como Sheila, han visto su carga financiera aligerarse en casi 1.700 euros anuales.
Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.