Antonio Agredano y los sucesos surrealistas: "La vida siempre sucede en los márgenes"

¿Alguna vez Julio Iglesias te ha firmado un billete de 500 pesetas? ¿O te ayudó el batería de U2 en un viaje a Irlanda? Antonio Agredano pone voz a todos esos sucesos increibles que nadie se cree, pero que ocurrieron.

"NADIE LE CREE"

CRÓNICAS PERPLEJAS

Hechos surrealistas, por Antonio Agredano | Crónicas Perplejas

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"La vida no suele adentrarse en la espesura. Transita, habitualmente, caminos sencillos y llanos. «Virgencita, que me quede como estoy», es una de las frases que más me repito a mí mismo. A veces solo queremos tranquilidad. Un paseo calmado por los días. Rutinas. Y el pulso lento del hogar y los afectos. 

Pero como en una tormenta de verano, el cielo a veces se encapota, y descarga sobre nosotros un aguacero imprevisto. Lo explicó bien Harold Macmillan, que fue primer ministro de Reino Unido. Le preguntaron qué era lo más difícil de gobernar, y respondió: «Los acontecimientos, hijo, los acontecimientos».

Los acontecimientos son las pérdidas y los reveses, también los éxitos y el aplomo. Los acontecimientos son todo aquello que ocurre y que está fuera de nuestro alcance. Y en ese tablero nos debemos mover. Y ahí demostramos lo que somos, si es que somos algo.

He vivido situaciones extraordinarias, noches interminables, amores de película. He reído y he llorado en casas a las que no sabría volver. Me he sentido un héroe y otras veces un miserable y en ese tránsito entre la luz y la sombra es donde está la medida de lo que soy.

Todo está dentro de mí. Soy un hombre prudente. Con tres vinos doy alguna pista. Pero no cuento ni la mitad de lo que me ha pasado en estos 45 años de achaques y canas. Porque me basta con la memoria. A veces me asalta un recuerdo y asoma una sonrisa. El día que me vaya para el otro barrio lo haré con tranquilidad. Tengo la vida amortizada. Me lo voy a llevar todo puesto. Y lo que me queda.

Lo bueno y lo malo. La felicidad y la tristeza. Porque la vida siempre sucede en los márgenes. Porque somos lo que duele y lo que sana, lo que ilumina y lo que oscurece, lo que abrimos y lo que cerramos. Cuando llueve y cuando escampa. El fuego y la ceniza. Porque somos una ruidosa bienvenida y más tarde un adiós. Un discreto adiós"