'Crónicas perplejas': “Vivir es el único concurso en el que participamos, es el verdadero espectáculo”

Habla Antonio Agredano de los concursos de televisión 

Antonio Agredano
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Antonio Agredano

Habla Antonio Agredano en sus 'Cónicas perplejas' en 'Herrera en COPE' de los concursos de televisión

Antonio Agredano

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En esta sección de 'Herrera en COPE', Antonio Agredano mezcla lo “cotidiano y exótico” con una particular visión de las cosas de la vida capaz de equiparar con lo más sorprendente en sus 'Crónicas perplejas'.

Mi primo Seba salió en 'Juego de Niños', lo de los gallifantes. Esa participación, breve, en el colegio, diciendo monerías, le convirtió en la persona más famosa de mi familia.

Yo era de esos niños que intentaban contestar antes que los concursantes frente a la televisión. Nunca tuve mucha gracia, pero siempre fui muy enteradillo.

Ya de mayor quise concursar en dos programas, y me presenté varias veces al casting: Supervivientes y Pekín Express. Pero no solo no me cogieron, es que ni me estimaron para las entrevistas ni nada. Como personaje televisivo solo soy carne de público de La Ruleta de la Fortuna.

Todos soñamos con apartamentos en Torrevieja y Ford Fiestas rojos aparcados frente al portal. Pero la vida va por otros caminos. Con menos focos y sin aplausos del público. Uno se levanta temprano, se ducha, desayuna ligero, lleva a los niños al colegio, y trabaja. Trabaja mañana y tarde. Ve una serie. Duerme como puede. Y al día siguiente, vuelta a los atascos, a los jefes, a las urgencias y a los papeles.

Como programa, quizá no sea demasiado televisivo. Pero es la única forma de conseguir un premio. El premio de las cosas bien hechas. Darse un capricho de vez en cuando. Comer en algún sitio bonito con la familia. Comprarse una moto, quizá. Pagar, si es que eso sigue siendo posible, la entrada para un piso.

Ese es el único concurso en el que todos participamos, el de vivir. El de sentir. El de levantarse con entusiasmo cada mañana, pese a los reveses, pese a que a veces nos duele el alma y los riñones. Vivir. Vivir es el verdadero espectáculo.

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