Solo tiene 25 años y ha estado en primera línea de lucha contra el coronavirus. Donde también ha estado, y es lo que más sorprende a muchos, es el certamen de Miss Mundo España, en el que quedó finalista.

Se llama Sabela Álvarez y ha estado en Fin de Semana con Cristina, donde ha explicado que “ya había hecho algunos trabajos de joven de modelo, pero ya lo tenía muy atrás, estaba dedicándome a mi trabajo como médico, acabando la tesina en investigación y ya lo tenía como una etapa cerrada y acabada, pero en el certamen vi una plataforma para poder divulgar ciencia y salud, mis dos mayores aficiones y, medio en broma medio en serio, me presenté, también como toque de desconexión y, mira, al final muy contenta por quedar finalista”.

DE MÉDICA A MODELO EN DOS SEMANAS...

Sobre el certamen, Sabela recuerda que, tal y como pasaba en ‘Miss Agente Especial’, “llegué doctora y me convirtieron en dos o tres semanas en miss: clases de pasarela, protocolo, hacerse las uñas… una preparación bastante integral y muy enfocada a la imagen. Como además es un certamen con propósito teníamos una prueba de deportes y además hay una prueba de ‘belleza con propósito’ en la que debemos ser embajadoras de un proyecto solidario, yo estuve explicando mi implicación en la pandemia del coronavirus. Eso me impulsó a presentarme”.

“Todo mi día a día con el uniforma de trabajo, con mi bata, y pasar a todo lo contrario, siempre con taconazo, un espectáculo”, reconoce Sabela.

“Yo quería presentarme para aprovechar la repercusión que genera un título y un certamen como es Miss Mundo, para hacer divulgación científica y sanitaria”, explica la médica: “Actualmente la mujer se ha independizado, atrás quedó lo de ser florero y esté en los medios de comunicación por ser imagen, estamos muy bien formadas, ¿por qué no aportar algo bonito y que sea útil? Vi una oportunidad para ello, divulgar salud y fomentar la medicina preventiva. Es un escaparate y cada uno lo puede usar para lo que quiera”.

...Y DE ONCÓLOGA A PROFESIONAL DE URGENCIAS POR EL CORONAVIRUS

Sobre su experiencia en la lucha contra el coronavirus, Sabela relata “fui uno de los tantos médicos que tuvo que dejar su área de especialización para adentrarse en las urgencias, como otros tantos compañeros míos. Había baja de médicos y baja de personal y ahí estuvimos. Trabajar durante la pandemia fue un reto personal y profesional, nadie nunca hubiéramos imaginado habernos enfrentado a algo semejante, sobre todo al principio. Ahora conocemos más y hay protocolos, pero en marzo no había casi nada… fue duro, mentiría si dijera lo contrario”.

“Ojalá las abuelitas fueran eternas”, asegura Sabela emocionada al recordar a la suya, fallecida hace no mucho y con la que tenía una vinculación muy intensa.

Sobre los anuncios de una vacuna para finales de este año, explica que “en esta carrera están involucrados muchos países, algunos la tienen en fase clínica, en otras en estado preclínico, la verdad es que sería un reto lograrla para finales de año, pero también es verdad que hay mucha competitividad sana entre países y eso es bueno. Es un poco arriesgado decir que para finales de año estará, creo que más para el que viene. La normalidad definitiva la traerá la vacuna”.

Sabela tiene una frase: “Al final todo sale bien. Y si no sale bien es que aún no es el final”. Ah, un gran amor que se llama Fermín: “Muy delgado y estoy muerta por sus huesos, nunca mejor dicho. Es mi compañero de aventuras desde que empecé la carrera y siempre ha estado conmigo. Es un esqueleto con proporciones humanas y con todo detalle anatómico que todos los médicos en formación usan durante su carrera para estudiar traumatología y anatomía”.