Francisco Martínez-Orts puede ser un nombre que no sea conocido, por lo menos entre la gente de a pie de calle. Sin embargo, en el panorama físico y, sobre todo, astrofísico internacional, es una de las voces más relevantes a la hora de hablar sobre el universo.

Cuando llega a Canarias, llega sin dinero pero con su mujer. De hecho, la luna de miel que les lleva a las islas, es un sueño que acaba convirtiendose en realidad. En la Palma les espera una pequeña cabaña en la que se cuela la lluvia y el viento. Allí crían a sus hijos y empiezan el proyecto que se ha convertido en el sustento de tantos: el Observatorio Astrofísico de Canarias.

Brian May, el que fue guitarrista de Queen, llegó a estudiar allí con él, convirtiendose en amigo del legendario astrofísico español. Francisco Martínez-Orts acaba de escribir un libro y, siendo un honor para Brian May, ha escrito el prólogo de la obra, en el que le sobran palabras de cariño y respeto hacia el físico español:

"Francisco Sánchez, el gran soñador, se ha dedicado con todo su corazón a promover la excelente calidad de los cielos de las cumbres Canarias, con el objetivo de convencer a los astrónomos europeos para que emplazasen sus telescopios más avanzados en Canarias, y a reclutar a jóvenes españoles para formarlos en astrofísica, con la ayuda de sus colegas extranjeros. Quería que sus habilidades abarcasen, no sólo la investigación científica y la teoría, sino también hacer de ellos personas formidables con las capacidades organizativas necesarias para conseguir, de los sucesivos gobiernos españoles, los fondos necesarios para el desarrollo de una gran instalación científica. 

Como resultado de la pasión y los incansables poderes de persuasión de Francisco, los primeros telescopios del observatorio del teide estuvieron operativos en la década de los sesenta y, bajo su batuta, creció un inspirador espíritu internacional de colaboración que, en menos de cincuenta años, animó el desarrollo de uno de los centros de investigación más conocidos del mundo, en ciencia, tecnología, formación de astrofísicos y tecnólogos, y divulgación: el Iac. hoy, los observatorios de canarias cubren muchas hectáreas y albergan telescopios solares y nocturnos de más de ochenta instituciones de más de veinte países. Gracias a la visión y genio de Paco, la astrofísica, tanto española como internacional, se asienta no sólo en tenerife sino, también, en el observatorio del roque de los Muchachos, en la isla cercana de la Palma, que cuenta ahora, entre sus muchos refinados instrumentos, con uno de los telescopios más potentes del mundo —el Gran telescopio canarias (Gtc)—, inaugurado en 2009. 

El presente libro narra la historia de esta extraordinaria expansión de la astronomía española con detalle, desde un punto de vista personal y humano, siendo para mí un gran honor el que se me haya pedido escribir su prólogo."