El pangolín, antes de la pandemia, un animal mayormente desconocido, ganó protagonismo por ser un posible difusor del coronavirus, al final desmentido. Un animal blindado, con una coraza dura que resiste las dentelladas de los leones, pero que es incapaz de escapar de las manos del ser humano, que le ha dejado en peligro de extinción. Hoy es su día internacional.

Sobre estos temas, Fernando López-Mirones siempre tiene un dato curioso, los detalles de su procedencia o las claves de su desarrollo. “Feliz San Pangolín” ha dicho entre risas el biólogo. “Es el único mamífero que tiene escamas. Es como un bicho bola de 30 kilos, o como un pokémon, porque es rarísimo. Es bastante feo y tonto el pobre”.

Señala otros datos curiosos: “Camina a dos patas, tiene la lengua más grande que el cuerpo. No tiene nada que ver con este virus, tiene algunos coronavirus, que son similares, pero nada que ver con la pandemia. Es el animal más traficado del mundo, por sus escamas. La cultura de allí piensa que sus escamas son medicinales” apunta el documentalista. “Se llega a pagar 3.000 dólares por el kilo de escamas del pangolín. Y claro, cuando a este animal le ataca un depredador, son tan duras sus escamas que un león, por ejemplo, no puede. Pero cuando le ataca un ser humano, se hace bola y el hombre se lo lleva” ha dicho el biólogo.

Preguntaba Carlos Herrera si el pangolín sería bueno para hacer un arroz: “Según la cultura de allí, es un sinónimo de buena posición social. Pero claro, se paga mucho dinero por comerlo, igual que por capturarlos. En África se consigue el sueldo de un mes solo con capturar a uno de estos pangolines” ha comentado Fernando López-Mirones.