El microbiólogo y divulgador científico, José Antonio López Guerrero, ha pasado por los micrófonos de Fin de Semana, donde ha descartado que tengamos que esperar años para retirar las mascarillas en interior. “Espero que esa relajación se haga de forma escalonada, que no tengamos prisa”, mantiene el experto, que aboga por que “en situaciones tan sencillas como una consulta médica, alguien que va al trabajo y empieza a toser encima, esas situaciones la asociemos con protegernos a nosotros y a los demás”.

“No habrá que esperar varios años para retirar las mascarillas, este va a ser un invierno de transición y vamos a ir viendo la relajación”, mantiene el microbiólogo que, eso sí, recuerda que es “impensable en el ocio nocturno que se esté usando y vamos a ir viendo cómo se desarrolla”.

Cuándo podremos dar por finalizada la pandemia

“No, no se ha terminado”, sentencia López Guerrero sobre el final de la pandemia del coronavirus. “Se ha terminado la etapa más luctuosa, salvo por algo impensable en el momento, y es que se produzca una mutación en uno de los países que tienen una cobertura vacunal muy baja, y luego afecte a los que estamos pensando en la tercera o cuarta dosis”.

“Tenemos la necesidad de actuar con cierta responsabilidad, pero ya con optimismo. No cabría esperar olas tan importantes, tan grandes y con muertes como las que hemos tenido, y espero no tener que rectificar en un futuro”, concluye.

¿Se va a volver menos virulento con las nuevas variantes?

El microbiólogo asegura que el Covid-19 podría volverse menos virulento: “Habría que verlo en un contexto natural de un patógeno”. Además, el experto lo compara con la famosa gripe española: “Lo más parecido que tuvimos fue la gripe española del 18, no había métodos preventivos, pero vimos en una evolución natural en la que se adoptó a nuestra especie, y ahora no es, ni siquiera una de las variantes más graves de la gripe”.

“Estamos sometiéndole al virus a un reservorio de personas no vacunadas en el tercer mundo, donde va a poder seguir evolucionando al margen de como lo hace en el primer mundo. Pero lo normal es que el virus acabe adaptándose a nuestra especie”, concluye.