Hasta la fecha, han fallecido alrededor de 500 personas en España por golpe de calor. Por ello, en ‘Fin de Semana’ con Rosa Rosado, hemos abordado el tema, de la mano del enfermero de Pediatría y atención primaria Pedro Camacho. Para actuar contra un golpe de calor es clave diferenciarlo de la insolación. Ambos, comparten síntomas comunes: perdida de conocimiento, desmayo, dificultades a la hora de hablar, fiebre o calambres. Sin embargo, la sudoración se produce en la insolación, mientras que en el golpe de calor la piel se mantiene caliente y seca. Ante un golpe de calor, el enfermero apunta a acudir a un lugar fresco y beber agua.

En casa, procurar usar el ventilador o el aire acondicionado. También Camacho aconseja bajar las persianas cuando el sol incida más en las ventanas. Si salimos a la calle, hay que procurar evitar las horas centrales y hacer ejercicio en la calle en ese periodo. Con respecto a la vestimenta, gorro y sombrero son nuestros aliados. Además, lo ideal es llevar colores claros y prendas transpirables.

Los ahogamientos también son otro fenómeno habitual en la época estival. Aunque en proporción, es una causa de defunción que se suele dar más en adultos, el experto lo ha calificado como una de las mayores causas de muerte infantil de forma accidental. El 100% de estos sucesos se pueden prevenir. Para los niños es beneficioso que sepan nadar.

Como recomendación, el enfermero también apunta a la regla de 10-20: obervar el agua cada 10 segundos y estar a una distancia a la que se pueda salvar al niño en 20. Vaciar las pisicinas hinchables, su vallado y mantener la puerta cerrada son otras claves a tener en cuenta. En caso de que el niño se esté ahogando podemos diferenciar dos situaciones. Si está inconsciente y respira, es aconsejable tapar su cuerpo y colocarlo en posición de seguridad. En caso de que no respirase, habrá que recurrir a la reanimación cardiopulmonar.