Fernando Baena tenía solo 20 años cuando perdió la movilidad en más de la mitad de su cuerpo.
Le gustaba la velocidad, decía él. Su padre le había comprado un coche para ir a clase. Pero el ser un joven impulsivo le llevó a pasar por un infierno. Ahora lo cuenta desde una silla de ruedas, evidentemente con tristeza y arrepentimiento, pero también con ánimo de concienciar a aquellas personas que en la carretera se dejan llevar un poco más por las prisas:
Puede contar muchas cosas, pero también quiere concienciar sobre cómo te cambia la vida por cometer un error. Ahora tiene sesenta y cinco años y ha pasado “siete en el infierno”, según él mismo... ha escrito un libro, ‘Salir Desde el Fondo’, donde cuenta su experiencia:
“Es una novela de agradecimiento a Dios por todas las cosas que ha hecho en mi vida. Dios no me quitó la parálisis, pero me quitó el odio. Cuando uno le grita a Dios desde el corazón, él le escucha.”