La Policía Nacional ha detenido este martes en el aeropuerto de Barcelona a un hombre que llevaba medio kilo de cocaína bajo su pelquín. No todo el mundo sabe delinquir y, mucho menos, engañar a la policía para introducir droga dentro del país.

La imagen de este hombre colombiano se ha hecho viral y no es para menos, ya que su tupé era bastante voluminoso debido a la cantidad de droga que llevaba adosada a su cabeza.

Antonio Navarro, portavoz de la Policía Nacional en Cataluña, ha contado en 'Fin de Semana' algunos de los métodos más ingeniosos y peligrosos para introducir droga en el aeropuerto.

Los controles de seguridad en los aeropuertos son minuciosas para todas aquellas personas que viajen fuera o dentro del país, pero “los filtros por los que pasan las personas que vienen de países productores de sustancias estupefacientes, son muchos mayores”, ha asegurado Navarro.

El portavoz de la Policía Nacional ha contado que “cuando detuvieron al hombre colombiano, este insistía en que no llevaba nada debajo de la gorra ni del peluqín”. “Finalmente, la policía decidió quitarle el peluqín y vieron que lleva medio kilo de cocaína adosado a su calvicie”.

Otro de los casos que le sorprendió y que, a pesar del ingenio para esconder la droga, el peligro era mucho mayor, fue el de una chica que llevaba la cocaína en sus implantes de pecho. “Le habían puesto unos implantes mamarios de una forma tan brutal, porque los pechos por la parte inferior se los habían abierto con tijeras y le habían introducido entre las dos mamas 800 gramos de cocaína y luego le cosieron a mano el corte”, ha afirmado el policía.

En numerosas ocasiones, los extranjeros cometen delitos en España para no ser deportados a su país. Muchos queman su propia documentación o dinero para no ser enviados a su país de origen. A pesar de ello, “no es posible permanecer en España por esa vía”, ha asegurado Antonio.

Sea como sea, la labor que realizan los Cuerpos de Seguridad del Estado en los aeropuertos se nuestro país es maravillosa y, hay que recordar que la 'polcía no es tonta'.