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“Muy buenos días España desde un lugar peculiar muy original y distinto desde la sede de la Agencia Europea de la Propiedad Intelectual que se encuentra nada más y nada menos que en Alicante. Aquí se inscriben las creaciones y productos de los europeos con ánimo de proteger su autoría. Bienvenidos a Fin de Semana en nombre de todo el equipo encabezado por Marci Ortega y realizado en directo por Jesús García Ercilla. Te saluda Cristina López Schlichting, lloviendo copiosamente aquí, en Alicante.

Lo hemos escuchado, la Comunidad Valenciana expresa cierta preocupación por la posibilidad incluso de una gota fría. Pero aquí esta mañana ha sido tremendo. Entre tanto, queridos oyentes, servidora sufre, sufre por conciencia, por responsabilidad y por militancia. Llevo días escuchando a mis “compañeres defensores de les gallines”, sin poder decir palabra ni sumar mi indignación a su causa. La circunstancia de tener un programa de Fin de Semana tiene la ventaja de poder intervenir en los debates de forma reflexiva y mesurada, pero también impide entrar en temas tan imprescindibles cuando hace falta. Yo soy -quiero decirlo con orgullo- compañera militante de “les gallines” y no solo, también de les vaques les ovejes o les cabres. Hacinadas, asesinadas, violadas impunemente por sus compañeros.

Se equivocan los que se ríen o hacen burla. Desde la época del empirismo y el positivismo nos liberaron de las nieblas de la superstición religiosa y vamos avanzando hacia la conciencia de que todos los seres vivos, en particular, los animales, somos iguales. Superada la superstición de que el ser humano es superior al resto de las bestias, hoy sabemos que un gorila es igual a un niño y una gallina a la mujer. El materialismo nos ha liberado. Todos nacemos crecemos nos reproducimos y morimos y ya está con igual dignidad con el mismo sentido o falta de sentido e iguales. Y esto no es cosa de España o de los compañeros guardianes de gallines. Es cosa mundial.

Que sí, que sí. Que esto es internacional, y yo diría que planetario e incluso espacial, porque idéntica es la libertad, la sexualidad, la familia de la gallina o de la marciane la extraterrestre, Yo que quede claro con Jesús.

A veces queridos oyentes pensamos que la cultura se hereda automáticamente, que lo que cada uno sabe y sobre todo lo que sabe una generación lo que saben nuestros académicos, científicos sabios, se transmite de forma natural por ósmosis, y que se va acumulando por los siglos, sin más. Craso error. Las cosas tienen que enseñarse y aprenderse generación tras generación, curso tras curso. El saber se ha perdido varias veces a lo largo de la historia por ejemplo sin ir más lejos tras la caída del mundo clásico, de Grecia y de Roma. Se tardó siglos de Edad Media y trabajo monacal y filosófico, por cierto, en buena medida español, en recuperar por ejemplo a Platón y Aristóteles. Y ahora sencillamente está pasando esto: se acaba la civilización del humanismo europeo, se olvida el destino espiritual y eterno del hombre su razón de ser y entonces parecen iguales el cerdo y el hombre la cucaracha la mujer. ¿Por qué habrían de ser distintos a la luz de la materia? decía un buen amigo mío ya en los años 50 del siglo 20 que el fin de la tradición europea no sería la increencia si no la estupidez y aquí está ya la tontería suma, la bobería internacional en absoluto caos el imperio de la gallina”.