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Por fin un respaldito de la Unión Europea a la persecución española del delito. Que hay que ver qué vida nos están dando los de Bruselas, que luego se quejan de que la gente genere aversión a las instituciones europeas, pero es que parecían los socios de los golpistas. La Eurocámara ha respaldado a nuestro Tribunal Supremo y Oriol Junqueras, el jefe de la Esquerra Republicana, ha quedado inhabilitado como parlamentario europeo, toda vez que ya está condenado en firme por haber sido uno de los cabecillas de la intentona independentista de 2017 en Cataluña. Sustituirá a Junqueras en su escaño el siguiente en la lista, el político de Esquerra Jordi Solé. Queda por saber qué se hace con Puigdemont y Comín, los fugados de la justicia española. El juez Llarena ha pedido también que se les levante la inmunidad para que un juez belga los entregue a España por sedición y malversación de dineros públicos.

En Cataluña, el que ha recibido su golpe por no quitar los carteles independentistas de las sedes oficiales en plena campaña electoral ha sido el chulito de Torra. La Junta electoral de Barcelona ha quitado el acta de parlamentario catalán al presidente catalán. La Junta electoral actúa después de que Torra fuese inhabilitado por el tribunal Superior de Justicia de Cataluña tras haber sido condenado por lo de los lazos amarillos. Ferran Mascarell, el siguiente en la lista de Junts per Cat sustituiría como diputado local a Torra. A él, por supuesto, le ha dado igual

También la reacción del presidente del parlamento catalán ha sido delictiva. Roger Torrent se ha negado a aceptar la inhabilitación, dice que Quim Torra sigue siendo diputado local y afirma que ningún tribunal resolverá el conflicto político que vive nuestro país.

Se trata de una lucha a brazo partido de los jueces contra estos bandidos, que se han apropiado de los mecanismos autonómicos de Cataluña y los han transformado en palancas contra la soberanía nacional sin tener ningún derecho a ello. En medio de este follón está el nuevo Gobierno de España, que se ha aupado al cargo con el apoyo de los golpistas de Esquerra, los mismos que están en la cárcel. Pero el Sistema judicial y la separación de poderes están resistiendo y demostrando la madurez de la democracia española. Lo que pedro Sánchez podía hacer por los socios de su investidura ya lo hizo cuando forzó al abogado del estado a rebajar la petición de condena de los sublevados de rebelión a sedición.

Los de Esquerra apretan los puños y cruzan los dedos para que no se les subleven demasiado los de la CUP, los CDRs y los de Puigdemont. Oriol Junqueras ha decidido que se adelantaron en la declaración de independencia, que necesitan más tiempo para inclinar la balanza de los electores catalanes hacia el independentismo y que, en tanto maduran los chicos y chicas que están siendo educados en las escuelas catalanas al margen de España, hay que ir exprimiendo competencias y dinero del Gobierno nacional. En público, Rufián y sus compinches se rasgan las vestiduras con los presos en las cárceles y los varapalos de la Justicia, pero en realidad el pescado está vendido. Ya han pactado con Pedro Sánchez y lo que éste les de lo iremos viendo poco a poco. Será la Hacienda Catalana, será embajadas de nuevo en todo el mundo o será pasta, pero de todo este panorama ya han hablado socialistas, podemitas y golpistas.

Entretanto, mañana concluye la formación del Ejecutivo nuevo. Que telita. Hay más gente que en el camarote de los hermanos Marx. Aquí va a tener chófer, despacho, asesores y jubilaciones aúreas hasta el Tato. ¿Será por ministerios con nombres nuevos y cursis? Porque hay que ver, en lugar de hablar de ministerio de Ecología y demografía, le han puesto a la cosa, atención: “ministerio de transición Ecológica y reto demográfico”, que hay que tener bemoles. Que he tardado dos días enteros en aprendérmelo.

Van cuatro vicepresidencias en la lista, una veintena de ministros, entre otras cosas para intentar compensar a los podemitas. Pedro Sánchez intenta atar la parte económica, porque supongo que no quiere cuatro millones de parados ni un follón con Bruselas. Por ese lado ha puesto de nuevo a Nadia Calviño en la vicepresidencia económica, a Maria Jesús Montero en haciedna y a José Luis Escrivá Belmonte en Seguridad Social. Si quieren pasta, los de Pablo Iglesias se la van a tener que pedir al PSOE.

Más difícil le va a ser a Pedro pararles en sus obsesiones ideológicas, algunas de las cuales comparte con Pablo Iglesias.

Por ejemplo, la vicepresidenta Calvo se ocupará de lo que llaman “Memoria Democrática”, que no va a ser hablar de la transición, sino de los aromas de la República y el franquismo. A lo mejor hacen una Secretaría de Estado de Exhumaciones.

Dejar la asignatura de Religión como una “maría”, sin valor en las notas ni alternativa de Ética, va a ser privilegio de la ministra de Educación, Isabel Celaa, que toreará también a los colegios concertados.

Lo del aborto será cosa de la señora de Iglesias, Irene Montero, como ministra de Igualdad. Y entre ella y la ministra de Educación pondrán el nuevo credo escolar de elección de sexo y retro feminismo.

Me quedan dudas sobre las “fake news”, que es el gran argumento contra la libertad de expresión. Que es que hay que ver qué cosas decimos las radios y los periódicos. Lo llevará Iglesias, supongo, como vicepresidente de Derechos Sociales. Y es incógnita el ministro de Justicia, cuyo nombre no ha sido anunciado aún y al que corresponderá enchufar a los amiguetes como jueces alternativos, (idea avanzada en el acuerdo PSOE-Podemos).

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Ah, queda la Eutanasia ¿se ocupará Salvador Illa, desde el ministerio de Sanidad? ¿O será privilegio de la vicepresidencia paulina? Mi padre, que va para ochenta años, no hace más que preguntarme con ilusión.