Las agresiones sexuales son una lacra que cada vez afecta a más personas, especialmente a los jóvenes. La mayoría se producen en fiestas o celebraciones nocturnas y muchas, cada vez más, son a través de sumisión química, es decir, los agresores drogan a las personas introduciendo sustancias en las copas, por ejemplo.Un proyecto desarrollado en la Universidad de Valencia pretende frenar estas agresiones. Se llama Nosum, su nombre es la abreviatura de No Sumisión.

Consiste en la creación de un kit con el que podemos detectar si una copa está contaminada con éxtasis líquido. Pablo Gaviña, investigador principal del proyecto nos contaba que "el pack está compuesto de una tira donde se pone la bebida y un recipiente. Si está contaminada, el color cambia e indica que hay droga en la bebida. La respuesta es muy rápida, apenas un par de segundos".

Según Gaviña, este test "está preparado para el éxtasis líquido aunque estamos investigando para otras drogas. Estamos muy avanzados para repartirlos, recabando opiniones de la gente". Asegura el líder del proyecto que la intención es comercializar cuanto antes este producto para que llegue a la mayoría de personas posibles y evitar así muchas agresiones sexuales por este tipo de sumisión química. Además, los primeros estudios puestos en práctica aseguran que "en laboratorio los resultados han sido buenos, no ha habido falsos positivos ni negativos, todo ha ido bien".

Pablo Gaviña nos ha contado además que este proyecto surgió "a raíz de una noticia de que la Policía recomendaba a los jóvenes llevarse las copas al baño para que nadie les metiera nada". En este sentido, ha advertido el catedrático de la UV que "las drogas suelen buscar anular la voluntad y lograr cosas como que roben o firmas involuntarias. El problema es que el GHB (éxtasis líquido) es muy difícil de detectar a posteriori".