Álex Palou (28), piloto: "Mi mujer hizo lentejas antes de la primera carrera y gané, desde entonces las como cada semana"

El tetracampeón de la IndyCar visita El Partidazo de COPE y desvela la superstición que le ha acompañado en un año histórico y su relación con la Fórmula 1

Álex Palou, en El Partidazo de COPE
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Álex Palou aterrizó en el estudio de El Partidazo de COPE con el gigante trofeo de las 500 millas de Indianápolis. Palou es cuatro veces campeón del mundo de la IndyCar

José Manuel Nieto

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El piloto español Álex Palou ha visitado el estudio de 'El Partidazo de COPE' tras una temporada histórica en la que se ha proclamado campeón de la IndyCar por cuarta vez. El catalán, de 28 años, llegó acompañado por el imponente trofeo de las 500 Millas de Indianápolis, una gesta que solo él ha conseguido para el automovilismo español. Durante la entrevista, Palou ha compartido anécdotas y reflexiones sobre su carrera, su vida en Estados Unidos y la superstición que, según ha confesado, ha sido clave en su éxito: un plato de lentejas.

Un trofeo de leyenda

Palou ha explicado la magnitud de su victoria en las 500 Millas de Indianápolis, carrera que define como "nuestra Champions". El trofeo, de 1,63 metros de altura, 44 kilos de peso y valorado en millones, lleva grabadas las caras de todos los ganadores. "Es la gracia de este trofeo, que duren los años que dure Indicar o yo, pues siempre va a estar mi careto ahí", ha comentado. El campeonato de IndyCar, que él ha ganado cuatro veces, consta de 17 carreras en diferentes tipos de circuitos.

Álex Palou, en El Partidazo de COPE

El Partidazo de COPE

Álex Palou, en El Partidazo de COPE

La superstición de las lentejas

Una de las anécdotas más curiosas que ha revelado el piloto es su nueva superstición. "Empecé el año que mi mujer me preparó lentejas la semana de carreras, el miércoles antes de la carrera, ganamos la primera carrera y dijimos, ostia", ha relatado. Desde ese momento, la costumbre se ha mantenido: "Todas las semanas, lentejas, y se ha quedado". Aunque asegura no ser "muy supersticioso", reconoce que sigue "tonterías así que las seguimos cuando me interesan".

Mi mujer hizo lentejas antes de la primera carrera y gané, desde entonces las como cada semana"

Álex Palou

Piloto de IndyCar

Afincado en Indianápolis con su mujer madrileña y su hija, Palou ha construido una carrera de éxito lejos de España, pasando antes por Japón. Aunque en Estados Unidos goza de gran popularidad, especialmente en Indiana, admite que en España pasa más desapercibido. Sobre un posible salto a la Fórmula 1, se muestra cauto: "Me lo pensaría muchísimo, tendría que ser muy buena". Palou destaca que, a diferencia de la F1, en la IndyCar "todos los equipos compran el mismo coche", lo que resalta la pericia del piloto.

Velocidad, riesgo y una mente fría

El piloto ha descrito la exigencia de la competición, con carreras a velocidades punta de 390 km/h y sin dirección asistida, lo que eleva sus pulsaciones a 170. A pesar del riesgo, Palou afirma que no siente temor al volante. "No se siente miedo, se lo respetas y sientes mucho respeto, pero no, al final, miedo no", ha explicado. Esta mentalidad, junto a su talento, le ha valido para gestionar carreras complejas como la de Indianápolis, con "5 o 6 pitch tops".

No se siente miedo, se lo respetas y sientes mucho respeto, pero no, al final, miedo no"

Álex Palou

Piloto de IndyCar

Preguntado por los premios, Palou ha confirmado que la recompensa por ganar las 500 Millas es considerable, cifrada en unos 3,8 millones de dólares. Sin embargo, su principal objetivo vital va más allá: "Ser feliz". El piloto se siente afortunado con su vida personal y profesional. "Mi meta como cuando era pequeño era ser piloto profesional de coches. Una vez lo consigues, es conseguir ser feliz, o sea, seguir siendo feliz y y ganando", ha concluido, recordando también la figura clave de su descubridor, Adrián Campos.

Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.

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