El nuevo obispo auxiliar ha contado que creció muy vinculado a la parroquia del municipio de Cehejín (Murcia) en un grupo de amigos que participaban en las procesiones y en la catequesis.
La vocación al sacerdocio, sin embargo, la descubrió después de haber pasado por la universidad. "Estudiar una carrera técnica (Ingeniería)me ha aportado mucho orden -ha dicho-. También conocer a gente maravillosa, que me ha ayudado mucho en la vida".
Sebastián Chico ha trabajado mucho con jóvenes. Los últimos años como responsable de Pastoral Universitaria y como rector del Seminario Mayor y Menor de la Diócesis de Cartagena-Murcia le han permitido conocer como late el corazón de las nuevas generaciones y comprobar que se madura más tarde y que "chavales de 21 son aún muy dependientes de sus padres; algo que retarda la toma de decisiones y las respuestas a las grandes cuestiones".
Respecto al momento presente, tan convulso para la Iglesia, señala que lo vive con esperanza.
Al hablar de la situación de la diócesis y de las prioridades pastorales ha señalado, que para él los principales retos son "crear una cultura vocacional, que es lo que se nos pidió en el Sínodo de los Jóvenes y estar cerca de los sacerdotes y de la gente."