El Papa anunció ayer el nombramiento de 13 nuevos cardenales, y en El Espejo analizamos algunas notas significativas de los nombrados.
De los 13 anunciados 9 tienen menos de ochenta años, por tanto serían electores en un eventual Cónclave.

Entre ellos cuatro europeos (tres italianos y un maltés), un africano (Ruanda), dos asiáticos (Filipinas y Brunei) y dos que vienen de América: el arzobispo de Washington, Wilton Gregory, primer estadounidense de raza negra que vestirá la púrpura, y el capuchino nacido en Navarra Celestino Aós, arzobispo de Santiago de Chile.

El africano es AntoineKambanda, Arzobispo de Kigali, cuya familia fue prácticamente aniquilada durante la terrible guerra civil de 1994. Fue ordenado sacerdote por san Juan Pablo II durante su viaje a la región de los Grandes Lagos en 1990, y representa el testimonio del Evangelio como base para el perdón, la reconciliación y la justicia en tantos lugares de África.

Cornelius Sim es elVicario Apostólico de Brunéi, cuya pequeña comunidad católica seguramente no soñaba sentar a uno de los suyos en el colegio cardenalicio. Este pastor sabe guiar a su pueblo en un contexto difícil, en el que rige para los musulmanes la sharía, o ley islámica.
Significativo también el nombramiento del arzobispo de Santiago y primado de Chile, Celestino Aós, que ha asumido su labor en un contexto especialmente convulso de la Iglesia y la sociedad chilenas.

Seguramente también encontramos un mensaje en la elección de fray Mauro Gambetti, franciscano conventual, custodio del Convento de Asís, donde hace pocos días el Papa firmó su última encíclica “Fratellitutti”.