En Sri Lanka son aun visibles las heridas provocadas por una terrible guerra civil que enfrentó durante 25 años a las dos comunidades de la isla, cingaleses y tamiles. La Iglesia Católica ha puesto en marcha un programa novedoso para promover la reconciliación.

El programa se denomina “Live-in” y pretende favorecer el entendimiento mutuo, el intercambio y la hospitalidad entre las familias cingalesas y tamiles en un país donde están aún muy vivas las huellas de una guerra que causó cien mil muertos durante los veinticinco años que duró.

En el norte de la isla, donde operaba la organización guerrillera de los llamados “tigres tamiles”, la Iglesia Católica siempre ha sido un punto de referencia para la gente en sus luchas y dificultades. La comunidad perdió diez sacerdotes durante la guerra y muchos otros exhiben signos de trauma y lesiones en el cuerpo. Por ejemplo, uno de los responsables de Caritas, el P. Wasantha Seelan, sufrió la amputación de una pierna.

El programa consiste en que los cingaleses (la comunidad mayoritaria de Sri Lanka) acogen en sus casas durante unos días a una familia tamil de los distritos del norte, afectados por la guerra. De la misma manera, los tamiles acogen a los cingaleses en sus casas, cuidando de ellos de todas las maneras posibles. Al acabar la guerra en 2009, con la victoria del ejército sobre los “tigres tamiles”, Caritas Sri Lanka puso en práctica su amplia experiencia en el campo de la reconciliación y la reconstrucción, con el apoyo de la Federación de Caritas Internacional, poniendo en marcha numerosos programas para ayudar a las familias afectadas.

Entre los diversos programas que la Iglesia ha puesto en marcha para la curación de heridas y la superación de la distancia social y cultural entre cingaleses y tamiles, Live-in se está revelando como el más eficaz para reducir los temores, resistencias y prejuicios entre las dos comunidades, incluso para que empiecen a forjarse relaciones de amistad entre unos y otros.