Los militares españoles desplegados en Irak tuvieron noticia del anuncio de la visita del Papa al país en el que sirven cuando celebraban a la patrona de España y de la Infantería, la Inmaculada Concepción, y según ha contado a Alfa y Omega su capellán, José Ramón Rapallo, fue acogida con gran alegría. Para él esa alegría es doble, porque fue ordenado hace tan solo seis meses y ésta sería la primera vez que pueda ver al Santo Padre como sacerdote.

Pero lo más importante para él es que la visita se pueda realizar y lleve la esperanza a tantas familias y personas que han sufrido durante mucho tiempo la guerra, la violencia sectaria y los atentados terroristas.Está previsto que Francisco llegue a Bagdad el 5 de marzo, y será el Papa en visitar un país profundamente ligado a la historia del cristianismo, en el que llegaron a vivir un millón y medio de cristianos. Las sucesivas guerras en el país, la inseguridad y el terrorismo, han provocado que la comunidad cristiana se reduzca a 350.000 miembros.

José Ramón cuenta que cuando salen de la base, los militares españoles comprueban cada día que la situación sigue siendo muy complicada. Hay incidentes a diario y las heridas son muy recientes; queda mucho por hacer y es necesario seguir rezando para que la situación se estabilice. Por eso piensa que la presencia del Papa será una ocasión para que la fe y la esperanza lleguen a los corazones y se supere el doloroso pasado.

En las celebraciones de la Misa el capellán ha introducido una petición especial para que este viaje tan ansiado por los cristianos traiga la paz al país. Además, el destacamento cuenta con un rato de adoración al Santísimo los jueves. El carpintero de la base, de origen indio, les ha fabricado un sencillo sagrario de madera, de modo que todo el mundo sabe que ahí está el Señor, y todos pueden acercarse a visitarlo, incluso con la mirada o el pensamiento cuando el trabajo les impide hacerlo físicamente.

Desde que llegó el pasado mes de octubre José Ramón ha propuesto una actividad para profundizar en la historia de esa tierra milenaria y su relación con el Antiguo Testamento. Y como preparación específica de la visita, ha propuesto unos encuentros para dar a conocer la encíclica Fratellitutti, subrayando los pasajesque hablan del reencuentro, de la justicia y de la paz.