Según el informe de la Guardia Civil, Lucía Vivar, murió por el golpe recibido por el tren cuyo maquinista no vio a la niña para esquivarla. Muerte que ocurría a las siete de la mañana; la pequeña desaparecía horas antes cuando estaba jugando con sus primos y otros niños, y se pone a andar junto a las vías del tren cuatro kilómetros. 

Sus padres no aceptan la versión oficial, no creen que una niña tan pequeña pudiera andar cuatro kilómetros, sola, en la oscuridad, por un terreno tan abrupto. Antonio y Almudena sospechan desde el momento que la niña desaparece que alguien se la ha llevado, "el trayecto es imposible que lo hiciera, las sandalias tenían una suela muy finita y estaban bien, no tenían daños, una raja, pero por debajo nada" afirma Almudena y añade Antonio que "los investigadores no creen que alguien se la haya llevado, pero las pocas heridas que tiene no son compatibles con el camino que recorrió, y el tren le da, pero la niña no tiene restos biológicos de la niña".

Los padres de Lucía piden que se siga investigando, "la juez ha aceptado algunas diligencias y ha pedido a especialistas de criminalística que aclare algunas circunstancias del accidente" señala Almudena, pero no es suficiente porque tanto Almudena como Antonio están convencidos de que "alguien se la llevó, nos dicen tranquilos que van a crear una alarma social, pero se la llevaron”.

Para los periodistas de investigación del diario 'ABC', Cruz Morcillo, "es un atestado que se ha cerrado demasiado pronto, y cómo es posible que avisando que se ha perdido una niña en las proximidades de las vías del tren no se tomaron las medidas mirando las cámaras de ADIF, y siendo así cómo dejaron salir el tren". Pablo Muñoz añade que "la niña no tiene ninguna marca de presión, ningún resto de ADN; es cierto que hay lagunas, pero tampoco hay pruebas definitivas de la intervención de un tercero. Hay lagunas en la versión oficial y quizá fue una imprudencia de la investigación que se dieran a conocer las conclusiones tan rápidamente".

Para Cruz Morcillo no es comprensible que la prueba de ADN no haya detectado restos de otras personas, "si la niña ha estado jugando con otros niños minutos antes de desaparecer, la coge una tía momentos antes y no se detectan ningún resto de ADN en el análisis de la ropa. Los análisis pueden fallar".

Sobre el juicio contra los cinco jóvenes sevillanos, la Manada, que violaron a una chica en los sanfermines de 2016, los periodistas de investigación, especialistas en sucesos, esperan poco o nada. Para Cruz Morcillo, "no se vayan a declarar culpables y sus abogados van a intentar demostrar que la víctima entró con ellos por voluntad propia al portal y van a intentar desacreditar todo lo que la chica declaró" y lo que sí han conseguido es "sembrar dudas en la calle, estamos contando versiones, pero el acceso directo sobre los hechos lo tendremos cuando tengamos la sentencia".

"La chica siempre ha dado un testimonio coherente, las declaraciónes de los testigos son coherentes con su versión, los agentes que la atienden y la pareja que la encuentran momentos después de la violación aseguran que estaba en estado de shock", dice Pablo Muñoz.