Alia Ghanem, madre de Osama bin Laden, ha concedido una entrevista a 'The Guardian' para hablar de su hijo 17 años después del atentado terrorista más grave de toda la historia de los Estados Unidos.

My son, Osama: the al-Qaida leader’s mother speaks for the first time https://t.co/xVHtSkGfRx

— The Guardian (@guardian) 3 de agosto de 2018

Junto a ella se sientan sus dos hijos y el segundo marido de Alia Ghanem. La vivienda, no exenta de lujo, expone entre los objetos más importantes una imagen de Osama bin Laden. La familia continúa viviendo en el lugar que acogió casi por completo la vida del terrorista. Y de la misma forma, porque la entidad económica del hogar no ha cambiado.

La madre recuerda con cariño a su hijo, aunque reconoce que conforme transcurrian los años y se hacia mayor cambiaba: "Era un niño muy bueno y me amaba mucho". No obstante, para ella siempre fue un chico tímido, pero capaz en el ámbito académico. Sin embargo, para Alia Ghanem siempre fue muy difícil soportar que su hijo estuviera lejos de ella. 

A los 20 años, mientras estudiaba en la Universidad Rey Abdulaziz, Osama bin Laden radicalizó su posición y comenzó a integrarse en la célula terrorista en la que él más tarde sería el líder. Para su madre, esta etapa le cambió la vida:  "Fue un niño muy bueno hasta que conoció a algunas personas que prácticamente le lavaron el cerebro a los 20 años. Puedes llamarlo un culto. Recibieron dinero por su causa. Siempre le decía que se mantuviera alejado de ellos, pero nunca me admitió lo que estaba haciendo porque me amaba mucho".

Alia Ghanem reconoce que los primeros años era un orgullo para ellos porque todo el mundo le tenía un respeto, incluso el propio Gobierno de Arabia Saudí. Sin embargo, ese orgullo se convirtió más tarde en decepción, cuando descubrieron que era yihadista. Algo que para nada se esperaban: "Nunca se me pasó por la mente que podría convertirse en yihadista. Estábamos muy molestos. No quería que nada de esto sucediera. ¿Por qué lo tiraría todo así?".

En un momento concreto de la entrevista, la madre del fallecido Osama bin Laden deja la entrevista por necesidad y son los hijos los que asumen la responsabilidad de hablar sobre su hermano. Ahmad y Hassan no tardan en reconocer que su madre todavía se niega a culpar a Osama por el cariño que le tenía, pero que tras el atentado del 11-S supieron inmediatamente que su hermano estaba detrás: "Desde el más pequeño hasta el mayor, todos nos sentimos avergonzados de él. Sabíamos que todos íbamos a enfrentar horribles consecuencias". La entrevista terminaba con el relato de la familia en el que se describía que tras el atentando sufrieron una persecución que les impedía realizar su vida con normalidad.