A altas horas de la noche de ayer domingo, la Presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, comunicó a sus socios de Izquierda Unida que el pacto de gobierno quedaba roto y que se convocaban elecciones para el próximo 22 de marzo. Mantiene la Presidenta que esta es la mejor forma de recuperar la estabilidad perdida, que todo se debe al giro radical  que ha dado Izquierda Unida y que lo último que necesita Andalucía es un gobierno a la espera. Por su parte, el portavoz de Izquierda Unida, José Antonio Castro, dice de forma muy coloquial que los andaluces deben estar flipando con la escenificación de la ruptura del pacto.Y tiene parte de razón, los andaluces deben estar perplejos, no tanto porque el pacto se rompa sino por lo que ha supuesto durante estos años el pacto mismo y por la situación en que socialistas y comunistas dejan a Andalucía, liderando las tasas de paro en Europa, imponiendo una ideología radical y con la alargada sombra de la corrupción institucionalizada, como demuestra el caso de los ERE.Es verdad también que Andalucía no puede esperar un año más, no tiene un minuto que perder. Basta echar un vistazo a la lamentable situación en la que se encuentra para darse cuenta de cuánto necesita un cambio, que traiga consigo una  regeneración y la coloque en manos de políticos que dejen de mirar por sus propios intereses para ponerse de verdad al servicio de todos los andaluces.