Gran acto de protesta en Murcia por los recortes del trasvase el cinco de junio
Se celebrará coincidiendo con el Día Mundial del Medio Ambiente

Lucas Jiménez, presidente de SCRATS
Murcia - Publicado el - Actualizado
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Los regantes del acueducto Tajo Segura van a realizar en Murcia, el 5 de junio, un gran acto reivindicativo, en contra de las nuevas reglas de explotación del trasvase, que reducirán los envíos de agua.
Así lo han anunciado este lunes el presidente del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura (SCRATS), Lucas Jiménez, y el alcalde de Murcia, José Ballesta, que han mantenido un encuentro en el que han avanzado en la organización de este acto de protesta que se celebrará, a falta de concretar más detalles, en el Cuartel de Artillería de Murcia. Participarán alcaldes y representantes de los 93 municipios de las provincias de Murcia, Almería, Alicante y Albacete que utilizan agua del trasvase Tajo-Segura para el abastecimiento humano. El alcalde de Murcia ha indicado que el acto llevará como lema “Agua, consumo humano y empleo”.
El motivo de elegir el 5 de junio, es para que coincida con la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente.

José Ballesta, alcalde de Murcia
En él acto, intervendrán varios de los alcaldes de los municipios que se abastecen del trasvase y se leerá un manifiesto conjunto, firmado por todos los municipios afectados, y cuyo texto está aún en fase de elaboración.
El presidente del SCRATS ha insistido en la importancia que tiene para los regantes el que la sociedad civil se sume a su causa contra las nuevas reglas de explotación del trasvase, que modifican los niveles mínimos que debe haber en los embalses de la cabecera del Tajo para poder enviar agua al Segura, por lo que las cantidades que se recibirán serán menores que en la actualidad.
Las nuevas reglas afectan principalmente a los envíos destinados al regadío, pero Jiménez ha señalado que estos recortes tendrán una repercusión directa también en los costes económicos de la factura del agua para los usuarios y consumidores, incluidos los hogares, el comercio y la industria.
Así, por un lado, al reducirse la cantidad de agua trasvasada, será necesario emplear más agua desalada, que tiene un mayor coste económico.
Además, ha señalado que los regantes abonan cada año una media de 12 millones de euros para sufragar las infraestructuras del trasvase pero, si dejan de recibir agua, dejarán de asumir esos costes, que repercutirán en el precio del agua de boca, pues serán los ayuntamientos los que deberán asumir esos costes.
El alcalde Ballesta ha insistido en que el trasvase ha supuesto en las últimas cuatro décadas “empleo y expectativas de futuro para cientos de miles” de ciudadanos en el sureste español, que ha pasado de ser “tierra de emigración a tierra de acogida”, por lo que mantener esta infraestructura es mantener un modo de vida y unas pautas de comportamiento que afectan a toda la región.