Javier De Haro, psicólogo infantil, advierte sobre los peligros del 'síndrome del niño hiperregalado' por Navidad

Llega la Navidad y, con ella, una de las mayores preocupaciones para los padres: la carta a los Reyes Magos. En un contexto de consumismo creciente, el psicólogo y formador Javier De Haro ha alertado sobre un fenómeno cada vez más frecuente, el conocido como "síndrome del niño hiperregalado". 

Según el experto, este problema es una consecuencia directa de las acciones de los adultos. "Es algo que estamos sembrando nosotros los adultos, un efecto de lo que estamos potenciando con el consumismo, con el exceso de regalos y con olvidar algunos valores importantes de la Navidad", ha señalado De Haro.

Más momentos y menos regalos materiales

El psicólogo ha hecho hincapié en la importancia de diferenciar el tipo de regalos que se hacen. Frente a la acumulación de objetos, De Haro reivindica los regalos afectivos y experienciales, como compartir un chocolate o realizar una actividad en familia.

 "Lo estamos normalizando como si fuera algo normal y puede ser un detallazo", ha explicado, insistiendo en que estos momentos deben ser vistos como un regalo en sí mismos y no como algo ordinario.

Más regalos afectivos, más compartir momentos y menos regalos materiales"

Javier De Haro

Psicólogo y educador

En contraposición, el exceso de obsequios materiales provoca que los niños acaben con "1000000 de juguetes" que no necesitan y que, a menudo, ni siquiera recuerdan. De Haro ha lanzado una reflexión para ilustrar esta idea: "Si tú le preguntas a tu hijo qué 3 regalos de Reyes recibió hace 2 años, solo se va a acordar de 1 o de 2, igual que el año pasado". 

Esta falta de memoria, según el experto, es una prueba de que "realmente estamos regalando en exceso", por lo que recomienda: "Más regalos afectivos, más compartir momentos y menos regalos materiales".

La regla para equilibrar deseos y necesidades

Para evitar caer en los excesos, el psicólogo ha recordado la existencia de la "regla de los 3 o 4 regalos", que busca un equilibrio entre lo que el niño quiere y lo que de verdad necesita. En estas fechas, los más pequeños no suelen pedir artículos prácticos como ropa o libros. 

Por ello, la clave está, según De Haro, en "darle siempre lo que necesita, pero poco de lo que quiere". A veces es complejo hacerles elegir, pero es por su bien.

Incumplir esta máxima tiene consecuencias negativas para el desarrollo del niño. Acostumbrado a los excesos, no disfruta de los regalos, se frustra cuando no recibe lo que ha pedido y no valora lo que tiene. 

"Llega un momento que el niño está abriendo regalos impulsivamente, se frustra cuando no es lo que él ha pedido, no valora lo que tiene, y muchos regalos de reyes acaban en la basura al cabo de un par de semanas", ha advertido el formador.

Llega un momento que el niño está abriendo regalos impulsivamente, se frustra cuando no es lo que él ha pedido"

Javier De Haro

Psicólogo y educador

Esta situación no solo perjudica a los más pequeños, sino que también genera un gran estrés en los padres, que en ocasiones se ven obligados a endeudarse para satisfacer los deseos de sus hijos. Javier de Haro ha alertado de que esta presión es contraproducente: 

"Si le acostumbras siempre a unos regalos que están por encima de lo que las circunstancias familiares se pueden permitir, eso es lo que el niño te va a pedir cada dos por tres".

Consejos para una carta a los Reyes Magos más consciente

Ante la inminente llegada de los Reyes Magos, el psicólogo ha ofrecido tres consejos prácticos. En primer lugar, ha recomendado ayudar a los niños a redactar la carta para que incluyan en ella "algo simbólico" o un deseo para los demás, acostumbrándoles a no pedir solo para ellos.

En segundo lugar, ha propuesto que los niños también hagan regalos. "Que tengan que pensar en la otra persona, que tengan que hacerle un dibujo bien elaborado, que tengan que envolverlo... así van a ver el proceso", ha comentado. 

Por último, ha puesto el foco sobre los regalos tecnológicos, como móviles o videoconsolas, pidiendo a los padres que reflexionen sobre si sus hijos realmente los necesitan y están preparados para usarlos. "Muchas veces lo que quiero no es lo que yo necesito", ha concluido, en un debate que conecta con la creciente preocupación por el uso de redes sociales en menores.