La localidad guipuzcoana de Zestoa mantiene cerrados desde este lunes todos los equipamientos municipales y el 100% de los bares para intentar controlar el brote en este municipio que desde el pasado jueves arroja más de 30 contagios. El ayuntamiento permanece abierto aunque se ha pedido a los vecinos que hagan, en la medida de lo posible, las gestiones por teléfono e internet y están cerrados el polideportivo, el gimnasio, la biblioteca, el gaztetxe y los locales de actividad cultural Además los bares de Zestoa permanecen cerrados desde este lunes tras reunirse el domingo responsables municipales con los establecimientos hosteleros y en la escuela, un grupo de 40 niños de LH2 también se encuentran confinados en sus domicilios.

El alcalde de Zestoa, Mikel Arregi, ha reconocido este lunes sentirse preocupado por el brote ya que en la primera oleada Zestoa apenas sufrió casos y "ahora el brote se ha producido de un día para otro". Arregi ha apuntado que "existen indicios de que no se trata de una transmisión comunitaria sino de una transmisión por contacto" pero ha asegurado que las medidas impuestas continuarán durante unos días hasta confirmarlo y dar el brote por controlado. Se da la circunstancia de que el propio alcalde y el gobierno municipal están confinados ya que dos ediles se han contagiado. Arregi tendrá que hacerse una segunda PCR el jueves después de que la primera haya dado negativa y si el resultado es el mismo, el viernes podrá recuperar su actividad normal como primer edil del municipio guipuzcoano.

Finalmente Mikel Arregi ha querido agradecer la conducta "ejemplar" de los vecinos de Zestoa, que en su mayoría se han confinado voluntariamente para intentar atajar el brote. "Se trata de una de las ventajas de las localidades pequeñas", ha dicho el alcalde de Zestoa, municipio que cuenta con 3.700 habitantes, quien ha subrayado que aún con menores recursos los municipios pequeños cuentan con "sentido de comunidad, conciencia de comunidad y eso se ha visto claramente aquí".