Vitoria coloca la placa que homenajea a las víctimas de la explosión de 1974
El Ayuntamiento inaugura en Portal de Arriaga, 51 años después, un recuerdo a las personas fallecidas en la explosión de dos camiones cisterna de gas

Memoria para seguir adelante
Euskadi - Publicado el
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Cincuenta y un años después de la mayor tragedia que recuerda la ciudad, Vitoria ha inaugurado este martes una placa conmemorativa en el punto donde, la madrugada del 26 de julio de 1974, dos camiones cisterna de gas butano colisionaron junto al cementerio de Santa Isabel, en el entorno de Portal de Arriaga. La explosión arrasó viviendas, calcinó decenas de coches y se cobró la vida de trece personas, dejando una huella que sobre todo en los barrios de El Pilar, Arriaga y Zaramaga no ha borrado.
Un homenaje prometido y ya cumplido
El acto —prometido hace un año, coincidiendo con el 50º aniversario— ha reunido a vecinos, familias y representantes municipales en un homenaje “sencillo, pero profundamente emotivo”. La placa se suma al mural y al documental Las huellas de la niebla, impulsados desde la red comunitaria del barrio para rescatar del silencio aquella noche.
“La memoria es también un acto de justicia”, subrayó la alcaldesa durante el homenaje. Voces que nunca callaron
Entre los testimonios, José Mari, que perdió a su padre en el siniestro, agradeció el reconocimiento y recordó el esfuerzo de su familia por rehacer la vida tras el desastre. A su lado, vecinas del barrio pusieron palabras a la emoción y a la resistencia cotidiana de quienes vieron cómo la explosión marcó para siempre sus calles.
La noche que lo cambió todo
A las 3:54 de la madrugada, con la ciudad aún dormida tras el Día del Blusa, el choque de los camiones provocó una fuga de gas y, poco después, una deflagración que convirtió el entorno en un infierno. Además de las víctimas mortales, centenares de viviendas resultaron dañadas y el impacto se sintió en los barrios de El Pilar, Zaramaga y Arriaga. Muchas de las personas fallecieron horas o días después por la gravedad de las quemaduras.
Memoria para seguir adelante
La placa recién descubierta busca fijar un lugar de memoria donde detenerse, mirar atrás y no olvidar. Para el barrio, significa también reparar una deuda con las familias que no recibieron entonces la atención que merecían y con una ciudad que, durante años, convivió con el silencio.