“El verano no da vacaciones a las urgencias”: deshidratación, virus y picaduras, las consultas más frecuentes
Las altas temperaturas, los cambios de hábitos y la falta de disciplina alimentaria disparan ciertas patologías estivales. El Dr. Marco Antonio Moras, coordinador de Urgencias en el Hospital Vithas Vitoria, repasa los motivos más frecuentes de ingreso en esta época

La salud no entiende de estaciones
Vitoria - Publicado el - Actualizado
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Aunque el volumen total de pacientes que acuden a Urgencias no varía tanto entre estaciones, el verano trae consigo un repunte en determinados problemas de salud. Así lo explica el Dr. Marco Antonio Moras, coordinador del servicio de Urgencias en el Hospital Vithas Vitoria: “Hay un aumento claro de ciertas patologías asociadas al calor y a los cambios de rutina”.
Deshidrataciones, insolaciones, golpes de calor, intoxicaciones alimentarias, virus respiratorios, picaduras de insectos… son solo algunos de los motivos de consulta más frecuentes en estos meses.
Del sol y la comida a los virus y las picaduras
El doctor Moras identifica una serie de patologías típicamente veraniegas:

La intoxicaciones alimentarias son más frecuentes en verano
Los niños, más vulnerables en verano
Un capítulo especial lo merecen los menores. En verano se rompe su rutina escolar y aumentan los descuidos: “Se pierde la disciplina en los horarios de comida y eso conlleva episodios de vómitos, diarreas y dolores abdominales”, detalla el doctor. A ello se suman las picaduras y los contagios virales: “Con fiebre o resfriados, siguen bañándose y jugando como si nada. Y así los virus se multiplican”.

Niño con la espalda llena de picaduras
Pese a todo, Moras aclara que los golpes de calor en niños no son lo más habitual: “Se adaptan mejor. Lo más frecuente en ellos son los trastornos digestivos y las picaduras”.
Sentido común y prevención
La clave, asegura el doctor, está en la prevención: beber suficiente agua, cuidar la alimentación, protegerse del sol y mantener cierta disciplina, también durante las vacaciones. “No podemos vivir el verano como si no hubiera consecuencias para la salud”, concluye.