Un tren parado puede matar: el fallecimiento de la joven alavesa pone el foco en los riesgos eléctricos
En COPE un técnico advierte de que no hace falta tocar una catenaria para recibir una descarga mortal

Unai Rodriguez, riesgos eléctricos
Euskadi - Publicado el - Actualizado
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Subirse a un tren parado no es una temeridad anecdótica. Puede costar la vida. Lo demostró ayer la tragedia ocurrida en el entorno de la estación de tren de la localidad alavesa de Albeniz, donde una joven de 17 años fallecía electrocutada tras subirse a un vagón estacionado. Una amiga suya, que la acompañaba, resultaba herida y permanece ingresada en la UCI. Escucha la entrevista de COPE Euskadi a Unai Rodirguez, experto en electricidad, clickando junto a la imagen superior. Estar informados nos puede salvar la vida.
Una descarga sin contacto directo
La mayoría de la población desconoce que para electrocutarse no hace falta tocar un cable. Basta con acercarse a apenas unos 20 o 30 centímetros de una catenaria para que se produzca un arco eléctrico que, literalmente, salta. Es lo que explicaba en COPE País Vasco el técnico electricista Unai Rodríguez: “Aunque el tren esté parado, la instalación puede estar alimentada. A veces no hace falta ni el contacto directo para que se produzca la descarga".
Campos de tensión de hasta 25.000 voltios
La catenaria de un tren, que puede transportar hasta 25.000 voltios en corriente alterna, puede llevar a una descarga y provocar desde quemaduras internas gravísimas hasta la muerte inmediata por paro cardíaco, si atraviesa el corazón. Influye también si hay humedad, si sudamos, o si el calzado está mojado. El cuerpo puede convertirse en una masa conductora con salida a tierra, tal como ha explicado Rodríguez. Si entra por la derecha suele provocar quemaduras pero si entra por la izquierda y llega a atravesar el corazón es gravísimo o letal.
La catenaria de un tren (el sistema de cables que transmite la electricidad a la locomotora) puede transportar hasta 25.000 voltios en corriente alterna (CA), especialmente en líneas de alta velocidad o modernas.
En España, RENFE y ADIF utilizan dos tipos principales de electrificación ferroviaria:
- 3.000 voltios en corriente continua (CC): habitual en líneas más antiguas o convencionales.
- 25.000 voltios en corriente alterna (CA): común en líneas modernas y de alta velocidad (como AVE o tramos actualizados).

Señal de peligro por descargas eléctricas
RESPETO AL RIESGO ELÉCTRICO
El técnico reconoce que ADIF mantiene revisiones constantes, pero que las instalaciones en zonas industriales o menos transitadas no siempre están perfectamente valladas o protegidas. A veces, es la propia falta de conocimiento o la tentación de hacerse una foto o subirse al tren lo que lleva a los más jóvenes a cometer estos errores fatales.
La Ertzaintza investiga las circunstancias del suceso, que ocurrió de madrugada. Todo apunta a un trágico accidente que ha sacudido al territorio alavés.
Unai Rodríguez ha hecho hoy que reflexionemos sobre si la sociedad ha perdido la conciencia del riesgo eléctrico. En su entrevista con COPE vemos que muchas muertes o accidentes se podrían evitar si se extremamos las precauciones y se blindaran mejor las zonas de acceso restringido. A veces, aunque se haya hecho correctamente, las vallas son dañadas por personas que las rompen para robar y eso permite que otras, que pasan por la zona, puedan entrar en el lugar peligroso.

Estación de tren en Araia