Síndrome del intestino irritable: el desafío silencioso que afecta a millones de personas

Entre un 10 y un 15% de la población está afectada por este síndrome
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Descubre cómo entender y tratar esta afección crónica

Susana Marqués Iruarrizaga

Vitoria - Publicado el

3 min lectura

El síndrome del intestino irritable, también conocido como colon irritable o colitis funcional, es una enfermedad digestiva crónica que afecta a entre el 10 y el 15% de la población mundial. Se caracteriza por síntomas como dolor abdominal, hinchazón, diarrea, estreñimiento o una combinación de ambos, además de una sensación de evacuación incompleta. Aunque su causa exacta sigue siendo desconocida, se ha relacionado con alteraciones en la microbiota intestinal, el estrés y la dieta. “Es un trastorno funcional del intestino que provoca síntomas impredecibles, lo que puede generar bastante ansiedad, depresión e incluso aislamiento social en los pacientes”, explica en COPE Euskadi Ana Deán, nutricionista clínica especializada en salud intestinal. 

 Un diagnóstico basado en criterios específicos  

El diagnóstico del SII se realiza mediante los criterios de Roma IV, que evalúan la frecuencia y duración de los síntomas. Además, se descartan otras enfermedades digestivas a través de análisis de sangre y pruebas de intolerancia alimentaria. “Es fundamental un enfoque integral para identificar las causas subyacentes, ya que los síntomas pueden variar mucho de un paciente a otro”, señala Deán. 

 El impacto en la vida diaria  

Los síntomas del SII no solo afectan el sistema digestivo, sino que también tienen un impacto significativo en la calidad de vida. La imprevisibilidad de los episodios de diarrea o estreñimiento puede limitar la vida social y laboral de los pacientes. “He tenido pacientes que evitan desayunar antes de ir al trabajo por miedo a sufrir diarrea en el trayecto. Uno de ellos tardó más en superar el miedo que en regular su intestino”, relata Deán.

Esta incertidumbre genera angustia y ansiedad, lo que agrava aún más los síntomas, creando un círculo vicioso difícil de romper. 

El dolor abdominal es un síntoma frecuente entre quienes padecen SII

El dolor abdominal es un síntoma frecuente entre quienes padecen SII

 El eje intestino-cerebro: la clave del estrés  

El estrés juega un papel crucial en el SII. Como explica Deán, “el intestino no solo digiere alimentos, también procesa emociones”. La conexión entre el sistema digestivo y el nervioso, conocida como el eje intestino-cerebro, explica por qué el estrés puede desencadenar o agravar los síntomas. En el pasado, el SII incluso se consideraba un trastorno psicológico, ya que los exámenes médicos no muestran alteraciones visibles en el intestino. “Muchas personas con SII tienen altos niveles de estrés, lo que refuerza la importancia de abordar tanto la salud mental como la intestinal”, afirma la experta. 

 Tratamientos: un enfoque integral  

El tratamiento del SII combina varias estrategias. El manejo del estrés, mediante técnicas como mindfulness o terapia cognitivo-conductual, es un primer paso fundamental. En casos graves, se pueden recetar antiespasmódicos, reguladores del tránsito intestinal o antibióticos. Sin embargo, Deán advierte sobre el uso de probióticos: “No todos los probióticos son adecuados. Hay que limpiar el intestino y eliminar toxinas antes de usarlos. Un buen probiótico debe tener al menos 20 mil millones de bacterias por cápsula, ser de origen humano y estar correctamente almacenado.”

En cuanto a la dieta, la experta cuestiona la eficacia a largo plazo de las dietas FODMAP, que evitan ciertos carbohidratos. “Son muy restrictivas y no siempre resuelven el problema. Es mejor personalizar la dieta y buscar la causa raíz del trastorno, que puede estar en cualquier parte del sistema digestivo”, explica. 

 Las heces: un indicador clave de la salud  

Deán subraya la importancia de prestar atención a las heces como un indicador de salud. “Así como controlamos la temperatura corporal, deberíamos vigilar nuestras heces. Si son duras, blandas, brillantes o tienen moco, pueden indicar problemas como malabsorción de nutrientes o alteraciones en la vesícula”, detalla. La experta recomienda usar la escala de Bristol, que clasifica las heces en siete tipos, para detectar posibles anomalías. “El estreñimiento está tan normalizado que muchas personas no lo ven como un problema, pero puede causar divertículos, hemorroides o incluso intoxicación por acumulación de toxinas”, advierte Deán. 

“El estreñimiento está tan normalizado que muchas personas no lo ven como un problema, pero puede causar divertículos, hemorroides o incluso intoxicación por acumulación de toxinas”

Ana Dean

La consistencia de las heces da mucha información sobre la salud digestiva

La consistencia de las heces da mucha información sobre la salud digestiva

 Consejos para quienes padecen SII  

Para quienes luchan contra el SII, Deán ofrece un mensaje esperanzador: “Con una dieta personalizada y pequeños cambios en los hábitos, es posible equilibrar la función intestinal más rápido de lo que se piensa. Escuchar al cuerpo y atender sus señales es clave para recuperar la salud.”

La experta anima a los pacientes a no ignorar los síntomas y a buscar ayuda profesional para abordar las causas subyacentes del problema. 

 ¿Quieres saber más?  

Puedes contactar con Ana Deán en la Clínica Guimón (Bilbao), la Clínica Enparantza (Munguía) o la Clínica Vitaliza (Pamplona). También está disponible en redes sociales como Ana Deán Nutrición

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