Rosa Lizarraga, terapeuta: "El abuso sexual infantil es difícil de ver y de creer"
Destaca que el abuso suele ser "interfamiliar", personas con las que los menores tiene algún tipo de "vínculo"
Bilbao - Publicado el
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"El abuso sexual infantil es difícil de ver, difícil de creer, porque es un tabú y una cosa en la que no se quiere ni pensar, ni aceptar". Son palabras de la psicoterapeuta Rosa Lizarraga, que presenta una guía que recoge sus 25 años de experiencia en este campo "tan delicado".
La obra nace de la intervención psicoterapéutica directa con menores y sus familias, un recorrido que ahora se plasma en un manual concebido para formar, orientar y, sobre todo, acompañar.
Un tabú que paraliza
Uno de los mayores obstáculos en la lucha contra esta lacra es su propia naturaleza invisible y el estigma que la rodea. Esta negación social e individual genera una profunda angustia en quienes se enfrentan a una sospecha, un sentimiento que, según la experta, "impide actuar de forma clara y efectiva".
El abuso genera mucha angustia, y con la angustia no se puede ni pensar ni se puede afrontar""
La guía propone un camino para superar esa parálisis: mirar el problema de frente y hablar de ello. Lizarraga subraya que la angustia "solo se rebaja en la medida en que uno es capaz de mirar al abuso a la cara, de aceptar que efectivamente eso existe".
En este contexto, los menores que sufren esta situación dependen por completo de un adulto para poder salir de ella, ya que "por ellos mismos, por ellas mismas, es imposible". Por ello, la formación y el soporte a los profesionales y al entorno son fundamentales.
Acompañamiento y coordinación, claves
El éxito de cualquier intervención no depende de acciones aisladas, sino de un esfuerzo conjunto. "Al final todo va a depender del acompañamiento, de la coordinación, de todo el trabajo que podamos hacer los profesionales que estamos alrededor", ha afirmado la psicoterapeuta. Este trabajo se despliega en varias fases cruciales: la detección precoz, la atención inmediata y, finalmente, el tratamiento para la reparación del daño.
El manual hace especial hincapié no solo en las acciones a tomar, sino también en las que se deben evitar. Lizarraga ha sido contundente al respecto: "A veces en el abuso es más importante lo que no hacemos que lo que hacemos". Una mala intervención puede ser tan perjudicial como la propia inacción. Por este motivo, la guía ofrece herramientas contrastadas para ayudar a los profesionales a gestionar la sospecha y a saber cómo proceder en cada momento, basándose en las buenas prácticas acumuladas durante años.
Herramientas innovadoras para la reparación
Lizarraga subraya que los abusos sexuales infantiles suelen ser "interfamiliares", gente con la que los menores suelen tener algún tipo de "vínculo".
La presentación de esta obra coincide con un cambio de paradigma social. "¿Quién iba a pensar que se iba a dedicar tan siquiera un día internacional a pensar o a decir 'esto existe'?", ha reflexionado. Para la experta, este reconocimiento es vital, porque la negación solo cronifica el dolor de las víctimas. El camino, insiste, es la aceptación y el trabajo coordinado.
Negarlo no lleva más que a hacer sufrir a las víctimas, y el camino es eso, es poderlo ver y poder aceptar que esto existe""