Padre e hijo serán ordenados diáconos en la misma ceremonia en Vitoria: "Es un regalo"
Este hecho inusual, y muy probablemente el primero que se vive en España, tendrá lugar en la Catedral Santa María

Padre e hijo comparten ordenación en Vitoria
Vitoria - Publicado el
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Este sábado, la catedral de Santa María en Vitoria será testigo de un hecho poco común, Patxi, músico de profesión, y Josu, su hijo y hermano pasionista, serán ordenados diáconos en una misma ceremonia presidida por el obispo de la Diócesis, Juan Carlos Elizalde.
Este evento, posiblemente el primero de su tipo en España, marca un hito en la vida de esta familia, que comparte una profunda vocación de servicio religioso.

Patxi, en el centro, y Josu, a la derecha
Patxi desvela en COPE que quien anima esta fe en casa es su mujer, profesora de religión, que es quien le empujó a dar oxígeno a la llama que comenzó a prender de forma tímida. “Hace unos años me enteré de que empezaba un curso de formación para diáconos permanentes. Alguna vez lo había pensado, pero no de forma seria. Mi mujer me dijo: ‘Tienes que ir, porque serías un buen diácono’”.
vértigo compartido
Este impulso inicial, respaldado por el obispo y su párroco, culmina este sábado. “Ha sido un camino largo, progresivo”.
Algo de “vértigo” también confiesa en nuestros micrófonos Josu, de 28 años, no tanto por las miradas que concitará este hecho inusual de que padre e hijo compartan la misma ceremonia de ordenación, sino por el paso que ambos dan, “es pasar de cero a cien”. El hecho de ordenarme con mi padre es un regalo, es compartir la fe, padre e hijo, y unir ese vínculo de una manera muy especial”.
labores del diácono

Juan Carlos Elizalde, obispo de Vitoria
El diaconado permanente, según explica Patxi, implica un servicio litúrgico y caritativo. “Podemos asistir al sacerdote en bautizos, dar la comunión, realizar entierros, pero lo principal para mí es el servicio: llevar la palabra de Dios a los más necesitados, a los ancianos, a los enfermos, a la pastoral penitenciaria”. Ser diácono, añade, significa ser un “servidor” para los más vulnerables, llevando el Evangelio a quienes lo necesitan.
Por su parte, Josu, que realizó sus votos perpetuos en diciembre pasado, no ha ocultado la emoción de este momento que vivirán junto a su madre, quien “fue la primera en estudiar Teología y nos adelantó a los dos”.