¿Merece la pena trabajar en el campo? 18 jóvenes alaveses lo tienen claro
La Diputación de Álava asegura el relevo generacional en el primer sector a través del programa Bihar, que ofrece ayudas económicas y que en una década ha logrado 170 nuevos fichajes

Los 18 nuevos fichajes destacan los pros y los contras de trabajar y vivir en la zona rural alavesa
Vitoria - Publicado el
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Atrás han quedado las tractoradas, las protestas del campo, pero persisten los bocinazos de alerta. Hay problemas que continúan en el primer sector, el que nos da de comer, como la falta de relevo generacional. Para paliar esta escasez de savia nueva en el agro la Diputación de Álava ha impulsado el programa Bihar, que desde 2015 ha permitido incorporar a más de 170 jóvenes al sector agroganadero.
Entre los recién llegados se encuentra David López, un joven de Navarrete que, tras estudiar ingeniería y trabajar fuera, decidió regresar para continuar con la explotación familiar. David describe el trabajo en el campo como "bastante gratificante" y destaca los valores que enseña, como "el respeto por el medio ambiente y el aprendizaje de los mayores".
decisión familiar
Sin embargo, subraya que es una decisión compleja que involucra a toda la familia, ya que "las campañas dentro de la agricultura, son bastante complicadas". "Entonces, es una decisión familiar", sentencia.

David López
Su principal reivindicación para asegurar el futuro es que los pueblos cuenten con servicios para que fijar población sea algo viable. "Tenemos que intentar que no haya esa despoblación dentro del mundo rural", reclama David, con la esperanza de que "los que vienen por detrás nuestro tengan la oportunidad de seguir apostando por el entorno donde vivimos".
De una residencia de mayores a una explotación de vacas
Otra de las nuevas incorporaciones es Gloria Olabarría, quien cambió su empleo en una residencia de ancianos por una explotación de vacas limusinas y terreñas en Kuartango. Aunque dar el paso le generaba "vértigo", le ha permitido mejorar la conciliación familiar.
"La ganadería me aporta un poco lo que igual otros trabajos no podían, un poco libertad de horarios y compaginar mi vida familiar con mi trabajo", explica. Para ella, "el poder enseñarles a nuestros hijos unos valores y un estilo de vida conectado con el medio rural creo que no tiene precio".

Explotación ganadera
A pesar de ser consciente de los obstáculos, Gloria se muestra optimista y anima a otros jóvenes a dar el paso. "Sé que no va a ser fácil, sé que voy a necesitar mucha ayuda, pero creo que tengo fuerza y ganas como para que este proyecto salga bien", afirma. "Con ganas y convicción sí se puede hacer".
Un futuro de tecnología y gestión
La visión de los veteranos, como Alfredo Contreras, agricultor desde los años 80 y con dos hijos que han escogido otro camino laboral distinto al suyo, refuerza esta idea. Admite que "son tiempos difíciles", pero recuerda que el sector primario es imprescindible.
"La gente no piense que los alimentos son de Eroski o de Mercadona, que los alimentos salen todos los días del trabajo que hacen los agricultores", sentencia, defendiendo que "el agro alavés tiene futuro".

Zona rural
El diputado general de Álava, Ramiro González, ha reconocido las dificultades actuales, pero ha lanzado un mensaje de apoyo y ha destacado que es crucial la permanencia de la población rural para la sostenibilidad del territorio.
pequeños empresarios
"Es mucho más difícil mantener un territorio vivo cuando hay mucha menos gente que vive en los pueblos. Necesitamos que os quedéis para mantener el territorio".
El diputado general también ha aconsejado a los nuevos profesionales que se vean como "pequeños empresarios" y les ha animado a apoyarse en "un elemento que tiene que ser bueno para vosotros, la tecnología".
El objetivo, según González, es conseguir "un sector que sea lo más productivo posible, sin contar con las ayudas públicas, y rentable por sí mismo".



