El Jardín de Santa Catalina florece de nuevo desde hoy en Álava
El jardín botánico de Iruña de Oca reabre con visitas gratuitas hasta el 22 de junio y novedades como una zona de mariposas, un sistema de riego pluvial y cargadores solares gratuitos para vehículos eléctricos

Euskadi - Publicado el - Actualizado
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Si te gustase recorrer un espacio donde conviven más de 1.200 especies vegetales, ruinas medievales del siglo XIII y un sistema pionero de sostenibilidad hídrica que aprovecha el agua de lluvia no hace falta que te vayas lejos.
Ese lugar está en Álava: el Jardín Botánico de Santa Catalina, en la localidad de Iruña de Oca.
Tras más de tres años de obras, este enclave natural, cultural e histórico vuelve a abrir sus puertas con una imagen renovada y una apuesta firme por la sostenibilidad. Santa Catalina reabre sus vuelve después de una remodelación y aspira a recuperar sus cifras récord de visitantes.
Hasta el 22 de junio, las visitas son gratuitas y el propio alcalde, Mikel Montes, anima a la ciudadanía a redescubrirlo porque es difícil de explicar con palabras. Lo mejor es ir y sentirlo.
Un sistema de riego innovador y un jardín más resiliente
Uno de los principales retos del jardín era el abastecimiento de agua. Con financiación de fondos europeos Next Generation, se ha implementado un sistema de recogida de agua pluvial en tres depósitos y un circuito cerrado que hace caer el agua en cascada desde las ruinas hasta estanques con nenúfares. Además, se han instalado cargadores solares gratuitos para vehículos eléctricos, alimentados únicamente por la luz del sol.

Iruña de Oca en Álava
Mariposas, bonsáis y cuentos entre ruinas
La zona sur del jardín se ha sembrado con plantas aromáticas para atraer mariposas durante los meses de junio y julio, en lo que el alcalde describe como un espectáculo natural irrepetible. También se ha renovado el espacio dedicado a los bonsáis que aporta ejemplares únicos cada temporada.
El jardín no es sólo un destino turístico: es también un espacio educativo y cultural, con actividades impulsadas por la Asociación de Amigos del Jardín Botánico, que ha seguido activa incluso durante el cierre del recinto. Organizan cuentos, talleres y visitas guiadas cada fin de semana, fomentando el conocimiento de la naturaleza entre los más pequeños.

Imagen del Jardín Botánico de Santa Catalina
Una joya de Álava para volver a disfrutar
Antes de su cierre, en 2021, el jardín alcanzó un récord de más de 17.000 visitantes al año. Ahora, el objetivo es, al menos, recuperar esas cifras y seguir consolidando el jardín como referente ecológico, cultural y turístico en Euskadi. “La mayor publicidad que tenemos son los niños que vienen con el colegio y luego traen a sus padres”, dice el alcalde, convencido de que esta reapertura marcará un nuevo comienzo para este rincón singular de la Llanada Alavesa.