"Para vivir aquí hay que tenerlo muy claro". Es lo que piensa el alcalde de Elantxobe, uno de los pueblos más envejecideos de Bizkaia. Según los datos de 2021 del Instituto Vasco de Estadística (Eustat), es la localidd vizcaína donde más personas solas viven y en la que más personas mayores conviven. De sus 346 vecinos, el 33% tiene más de 65 años. Una situación que preocupa al alcalde de la localidad, Patxi Egurrola, quien insiste en la gran problemática que supone la orografía de la zona para sus habitantes. Y es que este pueblo se divide en la zona alta y baja, las que suponen una dificultad de accesibilidad importante para las personas mayores. "Elantxobe tiene un hundicap y es que salir de casa cuesta mucho y, por ejemplo, ir al médico es una odisea", dice Egurrola.

El alcalde describe las dificultades del día a día con las que se encuentran los vecinos y es que, "si no tienes un coche a tu dispisción, bajar al puerto es difícil y si vives abajo ir a la compra, en la parte alta, también". El alcalde cuenta que "después de la jubilacion no baja prácticamente nadie porque no tiene todos los días un coche para desplazarse". Es por ello que ha solicitado "un ascensor que está en proyecto para conectar la parte de arriba y la de abajo y dar vida al pueblo". Y es que hasta "ir al médico, que es una cosa normal en todo el mundo, para Elantxobe es una auténtica odisea".

La mayoría de sus habitantes son "viudas, viudos, o jubilados" que llevan una vida "muy tranquila", "bajan al puerto, van a pescar, a pasear y al bar". Ante esta situación, el Ayuntamiento ha buscado años alternativas para mejorar la vida de estas personas con programas de envejecimiento activo que no han dado resultado en los últimos años."Pusimos en marcha un gimnasio. Un servicio que les cuesta 6 euros y no son muchos los que se animan porque tienen la vida de otra forma. No tira mucho", asegura su alcalde.

Además, la localidad costera se está quedando sin serivicios, lo que lleva a que la juventud decida emprender una nueva vida fuera del pueblo. "Es la pescadilla que se muerde de la cola. Al no haber servicios, se marcha la gente, y al marcharse la gente, no llegan los servicios", insiste.