Amaia Goikoetxea, presidenta del Colegio Vasco de Periodistas: “La desinformación es un cáncer social y los periodistas tenemos que hacer autocrítica”

Repasamos en COPE el daño que causan las malas praxis, los bulos interesados y la falta de rigor

Alicia Calleja

Euskadi - Publicado el - Actualizado

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En un contexto marcado por el auge de la inteligencia artificial (IA) y las redes sociales, la desinformación se ha convertido en un "cáncer tremendo" para la sociedad y el periodismo, según Amaya Goikoetxea, presidenta del Colegio Vasco de Periodistas. Goikoetxea defiende el rol esencial del buen periodismo en una "sociedad madura, de bienestar, justa y democrática".

"Con todas las posibilidades que brinda la IA, proporciona muchas cosas positivas, pero también tiene un riesgo tremendo y multiplica las posibilidades de mentiras, de bulos, de falta de transparencia y de falta de rigor", explica.

Para Goikoetxea, la desinformación no es un accidente, sino "pura manipulación" con intereses claros. "Busca algo y busca algo que no es bueno. No es bueno para la mayoría, sino que boga en favor de minorías muy interesadas", afirma. Los periodistas actúan como "servidores públicos" obligados a informar con profesionalidad, incluso ante una sociedad que, en muchos casos, prefiere ignorar las realidades dolorosas. "Tenemos que informar bien a una sociedad que no quiere ser informada, porque le duele todo", lamenta.

La experta critica las malas praxis en el periodismo, que contribuyen a la pérdida de prestigio del sector. Factores como las condiciones laborales precarias, la proximidad excesiva al poder y la falta de exigencia ciudadana han fomentado un "tolerar, un pasar, un consentir" que, a su juicio, se paga caro. 

"La falta de prestigio que tiene el periodismo es en parte por los políticos que no nos toman en serio, por la ciudadanía que es poco exigente y también porque nosotros tenemos nuestra cuota de responsabilidad", reconoce.

Retos digitales: inmediatez, clickbait y verificación  

Goikoetxea subraya que plataformas como X (antes Twitter) facilitan la difusión de mensajes no verificados, pero aclara que esto "no es periodismo". En cambio, el periodismo profesional se basa en el "compromiso, código deontológico y que se rindan cuentas".

Entre los principales obstáculos actuales destacan la inmediatez y el clickbait, que priorizan la rapidez sobre la profundidad. "Tienes que ser el primero en publicar algo que, además, esté orientado a que la gente pinche la noticia, a pesar de que luego el cuerpo no tenga nada que ver con el titular", ilustra.

Sin embargo, la periodista ve en esta crisis una oportunidad. "Yo este momento de crisis, donde las mentiras predominan, lo veo como una oportunidad para hacer las cosas bien", dice, enfatizando la verificación como "el ABC del periodismo": consultar no una, sino "20.000 fuentes" para captar "ese mosaico de colores".