En COPE Euskadi hemos querido hacer una foto de la violencia en el deporte, sobre todo en el escolar, donde crecen los casos. Si bien en el deporte federado, desde los 15 años, también hay encuentros de alto voltaje, en especial cuando se juegan eliminatorias y finales, como ocurrirá este fin de semana para las ligas vascas.

Los últimos datos del Gobierno vasco revelan que en uno de cada 20 encuentros en el deporte federado hay comportamientos que no deberían ser admisibles.

Esas actitudes inaceptables pueden darse entre jugadores, "siempre ha ocurrido y son controlables", pero también proceden de la "grada", de familiares de los niños. Y es esto lo que preocupa. Porque van a más y en el deporte escolar compiten menores de 6 a 16 años.

Demasiada sobreprotección

Así lo señala en nuestros micrófonos Kepa Arrieta, presidente de la Federación alavesa de fútbol, quien considera que uno de los problemas es la "sobreprotección" que hay por parte de los padres hacia sus hijos. "Antes no iban ni a vernos a los partidos y ahora se ejerce una presión enorme al jugador", reflexiona.

Buena parte de los remitentes de insultos y en el peor de los casos de episodios violentos son los familiares del jugador. Los destinatarios son los rivales y los árbitros, y estos en la mayoría de los casos son menores. "No hay ningún tipo de pudor para lanzar imporperios, se nos está yendo un poco la cabeza en vez de disfrutar con la actividad de nuestros hijos", lamenta Arrieta.

También admite que cada vez son más los árbitros que "normalizan el insulto", que asumen que va en el puesto, y advierte que de ninguna manera se puede permitir. En su opinión la solución debe ser "educacional".

Hay deserciones entre los árbitros

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Estos comportamientos inapropiados y violentos se están trasladando a otras disciplinas deportivas. Constata que ha habido más casos en las canchas de basquet tras la pandemia, Luismi Corres, presidente de la Federación de baloncesto de Álava, quien se queja de que ahora muchos padres creen que saben más que nadie: "desde que se le da más bola y hay más televisión todo el mundo cree que sabe".

Luismi nos cuenta en primera persona un incidente acaecido el año pasado en el que un padre que había sido expulsado volció a entrar para agredir al árbitro, un chaval de 20 años que lo ha dejado tras el suceso. Puedes escucharlo en la entrevista que hay bajo la imagen.

Nos explica que ante semejante presión hay deserciones de árbitros. En concreto él tiene contabilizadas dos en 2023.

Para conocer cómo lo viven los que están en la diana de estos episodios violentos hablamos con Ibai. Ahora tiene 19 años, fue árbitro desde los 15 años y lo dejó al llegar la pandemia. Nos cuenta que no había partido sin insulto y que los equipos de niños "más agresivos" eran los que tenían a los padres que tenían conductas inapropiadas.

Insultos en todos los partidos

"Cuanto los padres más insultan los niños más ejemplo cogen y van a interpretar que durante su vida van a poder actuar de esa forma en deportes que están para disfrutar", nos tralada.

Ibai era menor y considera que la edad sí le podía restar autoridad aunque no debería ser así. "Tenemos toda la fomación, aunque menos experiencia", añade.

Ante este panorama los clubes han adoptado distintos protocolos, en general consisten en varios avisos a quien adopta una actitud inadecuada, si no desiste se le expulsa y en el peor de los casos se suspende el partido. En Álava la diputación quiere ir más allá y dar por perdido el partido cuando ocurra esto. En los próximos días se presentará la campaña y se abrirá otro debate, hasta dónde llegar para frenar esta lacra.